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OBSERVATORIO SOBRE LA DESPOBLACIÓN

La despoblación en Aragón

Tercer año consecutivo con descenso demográfico en la provincia de Teruel

No piensen ustedes, amigos lectores que hemos perdido el pulso a la actualidad. Sucede que no siempre las cosas son como nos gustarían, y tras un obligado parón por razones ajenas a nuestra voluntad retomamos el pulso a este observatorio, poniendo de nuevo sobre la mesa noticias nada halagüeñas sobre el medio rural. Detenemos en este caso la mirada en la información del Diario de Teruel.

Tercer año consecutivo con descenso demográfico en la provincia

El 70% de los pueblos turolenses perdieron población en 2011

Un total de 165 de los 236 municipios que integran la provincia de Teruel sufrieron un descenso en su número de habitantes en 2011, lo que supone que el 70% de los núcleos de población turolenses vieron reducida su población. Éste es uno de los datos que se desprende del padrón municipal a 1 de enero de 2012 que acaba de hacer público el Instituto Nacional de Estadística. En este documento se refleja que la provincia de Teruel pasó de tener un total de 144.607 habitantes, a 1 de enero de 2011, a 143.728, a 1 de enero de 2012, con un descenso de un 0,61%.

 

El padrón muestra que Teruel pierde población por tercer año consecutivo: 2009, 2010 y 2011, coincidiendo con la crisis. Se frena así la tendencia que vivió la provincia entre 2001 y 2008 de incremento en su número de habitantes por la bonanza económica que atrajo a un buen número de inmigrantes a este territorio y que permitió frenar el éxodo de turolenses a otras provincias.

Porcentualmente, Abejuela es la localidad que perdió más población, un 16,66%, seguida de Torre de las Arcas, con un 14,28%, Nogueras (13,88%), Torralba de los Sisones (13,39%) y Calomarde (12,62%).

Por otro lado, 60 municipios de la provincia vieron incrementado su padrón, lo que supone un 25% del total. Destaca el caso de Castelnou que pasó de 120 a 177 vecinos, un incremento del 47,5% a fecha de 1 de enero de 2012. Esta cifra responde a la caravana de niños que realizó este pueblo. Sin embargo, según la evolución de la empresa que se instaló en este territorio todo parece indicar que habrá un descenso en 2012.

 

Libros, un tradicional pueblo escolar que se queda sin colegio

Una mala noticia para Libros, un pueblecito turolense del que sabemos a través de las páginas del Diario de Teruel, que pierde su escuela. 



El municipio de Libros se va a quedar por primera vez en su moderna historia, sin colegio para el próximo curso. La falta de alumnos es la causa del cierre de la escuela. Libros es cabecera del Colegio Rural Agrupado, CRA, pero sólo cuenta con tres alumnos y dos de ellos se irán en septiembre a estudiar a Ademuz. Libros llegó a contar a mediados del siglo pasado con colegio y  aulas repletas de niños en el municipio, pero también en su barrio minero, que se abandonó en 1957.

El alcalde de Libros, Rafael Millán, jubilado,  recordaba la situación escolar de su municipio. “En libros siempre ha habido escuela y no sólo en el pueblo, sino también en el barrio minero, que aún llegó a tener más alumnos que en pueblo. Cuando yo estudiaba, en lo que hoy es el edificio del Ayuntamiento había clases de niños y de niñas y estaban llenas. En el barrio minero vivían mil personas y había otras escuelas. Ahora sólo contamos con tres escolares y no se tiene previsto, y es lo peor, que entre nadie”. Libros cuenta en la actualidad con 160 habitantes. 

En la escuela de Libros estudian tres niños, dos hermanas, Raquel Díaz Repullés, de 11 años, Silvia, de 9  y  Kalid Assalah de 10 años. La profesora tutora es Laura Calomarde. La madre  de las dos escolares, Pilar Repullés, señalaba que sus hijas, que viven ahora en Mas de Jacinto aunque están empadronadas en Libros, para el próximo curso están matriculadas en Ademuz donde podrán seguir cursando los estudios en el Instituto. 

 

Los masoveros piden discriminación positiva en la nueva Política Agraria

Leemos en el Diario de Teruel la siguiente noticia que nos gusta por cuanto supone poner de manifiesto una realidad singular y diferente, la del Hábitat Disperso.

 

La carencia de servicios básicos en las masías turolenses hace que los que residen en ellas busquen otros lugares más cómodos para vivir. Para evitar este abandono, el proyecto Masovera –Masías Sostenibles. Vivir en Explotaciones Rurales Aisladas– plantea la necesidad de que el hábitat disperso se tenga en cuenta a la hora de diseñar la nueva Política Agraria Común, en la que se debería hacer una discriminación positiva con quienes residen o trabajan en estos centros.

 La iniciativa, que comenzó en el año 2009 bajo el auspicio del entonces Ministerio de Medio Rural y Marino, ha analizado la situación en la que se encuentran estas explotaciones y ha elaborado un documento de necesidades que ahora están dando a conocer entre todos los estamentos que pueden echar una mano para evitar que se pierda una forma de vida muy ligada a las sierras turolenses.


El consejero de Política Territorial, Justicia e Interior del Gobierno de Aragón, Antonio Suárez, fue el primero al que los responsables del Masovera quisieron mostrar la situación. El representante institucional realizó un periplo por Mora y Manzanera para conocer algunas de las actividades que se realizan en cinco de las 83 masías que todavía quedan habitadas en Gúdar-Javalambre. 

 

La noticia completa, en la edición impresa.

Aragón ya lleva perdidos más de 200 pueblos

Aragón ya lleva perdidos más de 200 pueblos

Lo leemos en la edición digital de ABC.

Mientras algunos sueñan con "revivir" alguno de esos pueblos, otros pequeños municipios ven peligrar su futuro por la falta de habitantes

En Aragón hay muchos pueblos que a penas superan el centenar de habitantes. La despoblación sigue siendo uno de los males endémicos del medio rural aragonés, que -salvo algunas excepciones- año tras año sigue perdiendo habitantes. La consecuencia más inmediata: el envejecimiento de la población. Y es que en muchos municipios, sobre todo los más pequeños, la media de edad ronda los 70 años. La migración del campo a la ciudad sigue siendo una realidad en pleno siglo XXI y éste fenómeno, que tan de moda se puso a mitad del siglo pasado, sigue haciendo estragos en los pueblos de la Comunidad. Tanto que muchos de ellos se han visto abocados al abandono. Con el paso de las décadas, se han perdido unos doscientos, según recoge el extenso reportaje que hoy viernes se publica en el suplemento semanal ABC Aragón.

Esta Comunidad no logra poner freno al progresivo abandono del medio rural y cada año numerosos núcleos quedan completamente deshabitados. Es el resultado de décadas de emigración interior hacia las ciudades y comarcas más dinámicas y de una pirámide de población excesivamente envejecida como para soportar sin resentirse la marcha de los más jóvenes. En la Comunidad aragonesa, el Pirineo se lleva la palma en lo que a pueblos abandonados se refiere, pese a que hay zonas de esta alta montaña que, en los últimos años, incluso han logrado ganar en sus censos gracias al tirón del turismo.

Larbesa, Larrosa o Bescós de la Garcipollera —todos ellos en la provincia de Huesca— son ejemplos de pueblos que en el siglo pasado se quedaron sin habitantes.

La Caravana de niños protagoniza un documental

Dejamos aquí la noticia de El Periódico de Aragón sobre el video que se hace eco de la caravan de niños de Castelnou, en Teruel.  

 

Ayer se presentó en la localidad turolense de Castelnou el documental Contra la despoblación, 25-A, una obra audiovisual que se centra en uno de los problemas más acuciantes de la comunidad aragonesa, la despoblación de las zonas rurales, a raíz de la Caravana de niños organizada por el ayuntamiento del mismo municipio en el 2010.

Hace dos años, desde el consistorio de Castelnou se puso en marcha la iniciativa Caravana de niños, un proyecto que atrajo a más de 500 familias al pueblo aragonés. El objetivo era muy claro: ofrecer unas condiciones de vida óptimas para que la población de la localidad no continuara descendiendo. El documental parte de el 25 de agosto del 2010, la fecha en la que la caravana llegó a Castelnou, y realiza un seguimiento de las actividades organizadas posteriormente en pro de un freno del despoblamiento rural.

En la obra se recogen los testimonios de expertos en geografía, demografía y educación, además de las autoridades de Castelnou. También ofrece un espacio tanto a los nuevos como a los viejos habitantes de la localidad, ofreciendo la doble visión de la despoblación en el Aragón rural. Pese a que ayer se presentó en Castelnou, el documental fue presentado el pasado mes de noviembre en el festival cinematográfico de temática rural Festifal II.

Posteriormente también se pasó en el festival de cine de Zaragoza, fuera de concurso y en la sección de Panorama. Además, desde el blog http://contraladespoblacion25-a.blogspot.com/ se realiza un seguimiento tanto del documental como del fenómeno de la despoblación en todo el territorio español.

Un fenómeno que tiene su epicentro en localidades como Castelnou, castigadas fuertemente por la fuga de jóvenes hacia núcleos urbanos más industrializados. Precisamente para evitar esto, Castelnou propuso, en la iniciativa narrada por el documental, no sólo atraer a las personas a su localidad, sino también a las empresas, para crear un tejido económico que dote de estabilidad a sus habitantes.

Junto a las propias condiciones naturales de Castelnou, desde el consistorio se promovieron medidas para facilitar la vida de sus nuevos habitantes. Una historia narrada en el documental

 

Teruel tras la mina de la natalidad

Leemos en la edición digital de ABC una noticia que pone sus miras en la provincia de Teruel y en las Cuencas Mineras en particular, a propósito de las políticas de natalidad que mantienen sus municipios.

La Comarca de las Cuencas Mineras ha prometido seguir luchando para frenar la despoblación que asola la zona desde los años ochenta. Con ese ánimo, y a pesar de que las arcas municipales están vacías, mantendrá el paquete de medidas que activó a mediados de los noventa para luchar contra la emigración masiva.

A pesar de que están con el agua al cuello, en lo que al ámbito presupuestario se refiere, continuarán concediendo subvenciones que oscilan entre los 300 euros de Escucha a los 700 de Utrillas a cada bebé nacido en el año. La única condición para recibir las ayudas, tal y como venía siendo hasta ahora, es que los padres hayan estado empadronados en la localidad al menos un año y que no tengan deudas con las administraciones. La institución comarcal de las Cuencas Mineras aporta además otros 300 euros. Sólo en Utrillas este año son 23 los niños que han nacido en el pueblo y que están empadronados, una cifra ligeramente inferior de la que se ha registrado en la última década, veinticinco niños.

A pesar de los tímidos avances, el número de habitantes de las localidades que antes vivían del carbón se ha reducido a la tercera parte desde hace treinta años. Este es el caso de Escucha. Durante el invierno por sus calles apenas corren niños. De los 3.000 vecinos con los que contaba hace tres décadas sólo quedan 1.000 y la mayoría sobrepasan los sesenta y cinco años. Algo parecido ocurre en Utrillas, donde viven 3.300 personas frente a las 5.000 de los ochenta.

Pero si hay algo que ha cambiado en el censo y en las listas del colegio es la procedencia de los inscritos.En muchos casos, nombres de origen rumano o marroquí sustituyen a los españoles. Al contrario de lo que ocurría hace algunos años ,abundan las Yadira o los Suman y van desapareciendo los tradicionales Carmen o María.

Falta de información

Aunque las ayudas se están convirtiendo en un acicate para atraer a familias jóvenes no todas las que dedicen establecerse en el pueblo perciben la cantidad que les corresponde. En el año 2011 nacieron diez niños en el pueblo, pero sólo siete familias pidieron la ayuda. A veces, este hecho está motivado por la falta de información, otras los progenitores acaban de establecerse en el municipio y no cumplen los requisitos.

El Ayuntamiento de Utrillas comenzó a conceder las ayudas a la natalidad hace quince años. Luego, se sumaron entidades locales como el Ayuntamiento de Escucha, y en los últimos años la Comarca de las Cuencas Mineras.

Otras administraciones públicas como la Comarca del Maestrazgo o la de la Sierra de Albarracín emularon su ejemplo. Esta última apoya la natalidad con ayudas de hasta seiscientos euros.

Aunque desde el Ayuntamiento cuestionan que los «cheques-bebé» sean efectivos para fijar habitantes, ya que solo el empleo estabiliza la población, consideran que «al menos son una ayuda». Esta es al menos la fórmula más recurrente para atraer familias jóvenes, y es también es un medio de aliviar las tasas familiares.

De los diez países comunitarios sobre los que Instituto Familiar dispone de datos España es el único país en el que la prestación por hijo depende del nivel de renta.

Fuenferrada el Municipio que más creció en Teruel en 2011

Leemos en el Diario de Teruel la siguiente noticia sobre el Municipio de Fuenferrada.

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Fuenferrada fue el municipio de la provincia de Teruel que experimentó el mayor aumento relativo de población el pasado año, 2011. El censo subió en 25 personas, lo que supuso un incremento del 67,57%. En Fuenferrada están censados actualmente 62 vecinos. La razón del espectacular incremento de población de este pequeño municipio ubicado en la Comarca de las Cuencas Mineras fue el llamamiento que hizo el alcalde para que los vecinos residentes principalmente entre Zaragoza y en Fuenferrada se empadronaran en el pueblo. No obstante, una nueva familia con tres hijos proveniente de Barcelona, también vive en Fuenferrada.

El alcalde de Fuenferrada, José Antonio Domingo Franco, manifestó que en su municipio para la celebración de las fiestas se llegan alcanzar altas cifras de población que llegan a las 400 vecinos entre hijos y descendientes del pueblo que mantienen una estrecha relación con el municipio.

En este punto, el primer edil resaltó que en el municipio hay censadas un centenar de casas y que la Asociación Cultural El Horno, que es muy activa y se creó en 2005, tiene 250 socios. “En Fuenferrada hay mucho movimiento durante los fines de semana y las vacaciones. Los jubilados pasan la mayor parte del año en Fuenferrada, aunque tengan casa principalmente en Zaragoza y en  Igualada, (Barcelona), que también fue foco de emigración de Fuenferrada”.

La noticia completa, en la edición impresa.

 

 

 

Impulsan una ruta cultural celtibérica para frenar la grave despoblación de Teruel

Leemos en Heraldo de Aragón una noticia sobre el proyecto de crear un espacio/proyecto de desarrollo en torno a la Celtiberia. Este tipo de propuestas son de las que merecen todo nuestro apoyo. 

 

Profesores y alumnos del campus universitario turolense han ideado un plan para frenar la «extrema» despoblación que, al igual que otras provincias españolas a más de 700 metros sobre el nivel del mar, padece Teruel. Se trata de crear un itinerario cultural que atraiga turismo hasta aquellos territorios con pasado celtibérico propiciando así el desarrollo económico de estas zonas.

Francisco Burillo, catedrático de Prehistoria que lidera el proyecto, advirtió ayer de que la población de algunos municipios de la provincia de Teruel es tan escasa y está tan envejecida que podría llegar a desaparecer. Según él, la situación es solo comparable a la de Laponia -en el Círculo Polar Ártico- e incluso este país al norte de la Península Escandinava está en mejores condiciones, pues aunque sus núcleos habitados están dispersos y son pequeños, en todos hay habitantes jóvenes y actividad económica.

La 'Ruta Celtibérica' incluiría un territorio repartido entre 10 provincias: Burgos, Castellón, Cuenca, Guadalajara, Rioja, Segovia, Soria, Teruel, Valencia y Zaragoza. Con una superficie de 77.000 kilómetros cuadrados, solo está habitado por medio millón de personas, lo que arroja una densidad media de 8,6 habitantes por kilómetro cuadrado. La situación es extremadamente grave en áreas como los Montes Universales, donde los 43 municipios de Cuenca, Teruel y Guadalajara allí situados tienen 0,99 habitantes por kilómetro cuadrado.

«Hay que buscar estrategias para generar empleo y estas pasan por la colonización del territorio, porque allí ya no quedan jóvenes y en 20 años estará vacío», declaró Burillo. El profesor participó junto con representantes del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y del Ministerio de Trabajo de las 10 provincias que componen la 'Ruta Celtibérica' en una jornada de análisis, debate y difusión del proyecto.

El primer paso consistirá en entregar el plan al Estado Español el año que viene para que a su vez sea presentado en la Unión Europea y entre en los presupuestos de 2014. La 'Ruta Celtibérica' aspira a recibir las mismas ayudas europeas que Laponia por despoblación y zona montañosa.

Se realizará también un diagnóstico de la situación que permita explicar los motivos de la emigración en los últimos 50 años así como un «proyecto realista de desarrollo del territorio». Además, se volverá a solicitar que los territorios celtibéricos sean reconocidos como patrimonio de la humanidad por la Unesco. Ya lo estuvieron en 1998 pero esta calificación se perdió en 2006. Por último, se quiere implantar en Teruel el futuro Instituto Universitario de Investigación Celtibérica, Desarrollo Rural y Patrimonio.

La cabra montés coloniza la provincia gracias a la despoblación rural

La cabra montés coloniza la provincia gracias a la despoblación rural

Leemos en el Diario de Teruel la siguiente noticia a propósito de los efectos que tiene la despoblación sobre la fauna, en concreto sobre la cabra montes. 

 

El abandono del medio rural durante el siglo XX ha sido un factor que ha favorecido la expansión en la provincia de Teruel de una especie animal endémica de la Península Ibérica y cuyo hábitat, en esta provincia a comienzos del siglo XX, quedó relegado a varios valles y a los Puertos de Beceite. Se trata de la cabra montés. Desde que en los años 60 se acentuó el abandono del medio rural, se ha expandido por el territorio y aumentado en número. Por un lado, dejó de ser objeto de caza de los pobladores y, por otro, muchas zonas cultivadas fueron abandonadas y se camuflaron con el bosque.

A día de hoy se contabilizan cerca de 12.000 ejemplares en la provincia. Y, además de en el Matarraña, se ha asentado en comarcas como el Bajo Aragón, el Maestrazgo, Cuencas Mineras-Calamocha y Gúdar-Javalambre. Según cuenta el coordinador de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en la Comarca del Bajo Aragón, Javier Escorza, “desde los Puertos de Beceite se expandió por el Matarraña hacia Monroyo, de allí pasó hacia La Ginebrosa, Aguaviva, llegó a los ríos Guadalope y Martín y accedió al sur de la provincia, hacia Gúdar-Javalambre” y Teruel. Según Escorza, la provincia presenta un “hábitat adecuado para la cabra”, pues esta especie “se asocia a terrenos con roca, y en esta provincia la hay, sobre todo roca caliza, lo que permite una rápida expansión”.

La erosión de los ríos Matarraña, Guadalope, Martín en las rocas calizas ha creado estrechos y muelas, lugares perfectos para la expansión y asentamiento de la cabra montés, que necesita estar cerca del agua para su supervivencia. La proximidad del bosque y de pastos son también necesarios para proporcionarle un sustento.

Censos desde 1993


La expansión de la cabra montés más allá de la Reserva de caza de los Puertos de Beceite dio lugar a que el Gobierno de Aragón iniciara, en 1993, los primeros censos de población de este animal. Su crecimiento y avistamiento de ejemplares en diversas comarcas comenzó a hacerse patente en los años 80 del siglo XX. Los censos anuales, que permiten estudiar la evolución poblacional de la cabra montés, se realizan mediante un conteo directo y total, y abarcan en la actualidad unas 300 hectáreas.

Luces y sombras sobre el proyecto repoblador de Castelnou

Leemos en el Diario de Teruel una crónica sobre la celebración de una nueva edición del Festival de Cortos de Temática Rural, FESTIFAL que se celebra un año más en Urrea de Gaén, por parte del Centro de Estudios del Bajo Martín. 

 

El Festival de cortometrajes de temática rural (Festifal) de Urrea de Gaén abrió el viernes con la presentación del documental Contra la despoblación. 25-A, una cinta que habla del proyecto repoblador de Castelnou y que invitó al debate acerca de los métodos adecuados para ganar habitantes. En líneas generales el proyecto de Castelnou es respetable, aunque hay quórum en que es excesivamente localista, está demasiado ligado a las ayudas públicas del Ayuntamiento -el quinto con mayor renta per cápita de España- y puede tener consecuencias negativas una vez repunte la economía, ya que el desarraigo de los nuevos pobladores puede hacerles volver a sus lugares de origen.

“Cualquier iniciativa para luchar contra la despoblación en principio está bien”, dijo el profesor de Geografía de la Universidad de Zaragoza, Raúl Lardiés y participante en el documental. Valoró positivamente el hecho de que el proyecto de Castelnou vaya ligado a la actividad económica. “Lo bueno de la iniciativa es que va ligada a empleos estables”, dijo.

Sin embargo, consideró negativo que en la actual situación económica el Ayuntamiento apueste por una sola empresa -Modul System- como principal fuente de empleo, y le chocó que gran parte del éxito del proyecto se sustente en las facilidades que da el Consistorio. “Está my bien que pague el agua, la luz y les perdone el IBI a los habitantes, pero tiene que haber una actividad económica detrás de todo para que no se tire el dinero”, defendió.

 

El alumbrado acapara el 60% del consumo energético municipal en los pueblos pequeños

Leemos en la edición digital de Heraldo de Aragón una noticia sorprendente. 

 

El alumbrado público es la principal asignatura pendiente en materia de eficiencia energética de los pequeños ayuntamientos de la provincia, según se desprende de un estudio que acaba de realizar la Diputación Provincial con una muestra de once municipios. Según el informe, la factura de las farolas de las calles supone hasta el 60% de los costes energéticos de los consistorios. Además, el consumo per cápita se dispara, en buena medida por la despoblación de los cascos urbanos. Frente a una media de consumo de 45 kilovatios/hora por habitante en la Unión Europea en alumbrar los espacios públicos, la media española se eleva a 115 y la de alguno de los pueblos analizados alcanza 175, un 55% más que la media estatal y cuatro veces más que la europea.

El estudio de la DPT concluye que el consumo energético se podría reducir entre un 10% y un 20% con distintas medidas de ahorro y renovación de los equipamientos. El diputado delegado de Desarrollo Territorial, Julio Esteban, recordó que la factura de electricidad y combustibles es el principal gasto corriente que soportan los pequeños ayuntamientos. Además, señaló que el ahorro de energía contribuye a reducir las emisiones de CO2 y frenar el efecto invernadero.

La DPT, que ha remitido el trabajo con sus propuestas de ahorro a los 236 municipios turolenses, se muestra dispuesta a asesorar a los consistorios que decidan acometer mejoras, aunque no habilitará ayudas específicas para este fin. Las conclusiones del trabajo se han obtenido a partir de visitas sobre el terreno y tras recabar documentación en 11 municipios; Híjar, Cella, Mosqueruela, Escucha, San Martín del Río, Foz Calanda, San Agustín, Visiedo, Torralba de los Sisones, La Portellada y Cantavieja. A la hora de hacer la selección se han tenido en cuenta sus distintos tamaños -entre 3.000 y 100 habitantes-, que correspondan a áreas climáticas distintas y que abarquen todas las comarcas.

Entre las medidas propuestas para reducir la factura eléctrica del alumbrado, figura la sustitución de las lámparas de vapor de mercurio por otras de vapor de sodio de alta presión, controlar el horario de encendido y apagado, implantar un sistema de telegestión y, como criterio "fundamental", un adecuado mantenimiento y conservación de las instalaciones. La portavoz de la empresa autora del estudio -Geoforesta-, Cristina Forastieri, explicó que las luces a base de leds son una buena solución para rebajar el consumo eléctrico, aunque reconoció que su coste puede ser prohibitivo para pequeños municipios. A su juicio, el alumbrado ornamental también debería reducir su intensidad y su horario de funcionamiento, aunque sin apagarlo totalmente.

Cristina Forastieri hizo hincapié en la necesidad de mejorar las condiciones de aislamiento de los edificios municipales para mejorar la eficiencia energética de la calefacción y el aire acondicionado, con un recorte de la factura eléctrica del 28%. En estos casos, la concesión de la explotación energética durante un plazo de tiempo que oscila entre 5 y 15 años a empresas especializadas puede reducir el consumo sin costes añadidos para los ayuntamientos.

El estudio señala también que la iluminación interior de edificios municipales puede ahorrar más del 50% del consumo con la sustitución de lámparas incandescentes por otras de bajo consumo o la instalación de interruptores temporales y detectores de paso.

El caudal del agua caliente se puede rebajar un 40% con grifos de pulsador o perlizadores (que mezclan el agua con aire). Respecto a los equipos informáticos, aboga por sustituir las pantallas de ordenador tradicionales por LCD y primar el uso de portátiles. Cambiar los ascensores eléctricos de tracción o hidráulicos por los de tracción vertical ahorra entre un 25% y un 60% en electricidad. En cuanto a los equipos de bombeo de agua, el ahorro puede llegar al 40%.

Alumnos itinerantes : De Ladruñán a las cuevas de Cañart

Leemos una de esas noticias que pone de manifiesto la realidad de la Despoblación en el Maestrazgo turolense.

 

 

image La escuela de Ladruñán cerraba sus puertas para el presente curso debido a la escasez de alumnos en este barrio pedáneo de Castellote. Los alumnos que debían dar clase en este colegio han tenido que desplazarse a otro centro escolar, la escuela elegida ha sido la de la vecina localidad de Las Cuevas de Cañart.

Ágata y Roy se desplazan a diario hasta Las Cuevas de Cañart para recibir clase en el colegio. Agata cursa 1º de Primaria y Roy 5º de Primaria. Teiwaz reside actualmente en Cuevas, tiene 3 años y es su primer año en la escuela. José Puch, alcalde de la Entidad Local Menor de Las Cuevas de Cañart señaló que "todossentimos el cierre de la escuela de Ladruñán, nosotros sabemos bien lo que es no tener escuela". Por otro lado quiso agradecer la llegada de nuevos alumnos al colegio de la localidad, "agradecemos la llegada de nuevos alumnos y la confianza que los padres han tenido en nuestra escuela, saben que tienen la colaboración de parte del consistorio municipal para lo que necesiten".

En el presente curso el colegio de Las Cuevas de Cañart cuenta con 3 alumnos en el ciclo de infantil, 3 en el de primaria y una chica que cusa 1º de E.S.O.. Durante el desarrollo de las clases se producen desdoblamientos entre el aula unitaria y otra sala situada en el mismo inmueble. Para facilitar el proceso deaprendizaje y facilitar el trabajo de las maestras se ha contratado mayor velocidad de Internet.

Para este curso 2011 – 2012 la escuela de Las Cuevas, integrada en el CRA (Colegio Rural Agrupado) de Castellote cuenta con 1 maestra, Ana Vallespín, tutora y especialista en educación física. Además, durante la semana reciben la visita de maestros para la asignatura de música, inglés y apoyos. Por otra parte el primer edil también comentó que "el Ayuntamiento de Las Cuevas de Cañart está realizando las gestiones pertinentes para habilitar unas dependencias en el municipio para poder prestar un servicio de guardería a niños con edades comprendidas entre 0 y 3 años".

 

El 10% de los jóvenes aragoneses emigrará durante la próxima década

Leemos en EL PERIODICO DE ARAGÓN una noticia desoladora para el futuro de esta tierra, por lo que supone la fuga de esa gente joven, la emigración del principal activo del país, una generación formada y decidida, que tendrá que hacer las maletas.

 

Aragón perderá en esta década un 10,8% de la población joven, según las últimas Proyecciones de población a corto plazo publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). O dicho de otra manera, uno de cada diez jóvenes aragoneses cogerá el hatillo y se irá a hacer las américas. En estos tiempos, más bien las europas, con Alemania como principal foco de atracción. La población que tendrá entre 23 y 44 años de aquí al 2020 --es decir, la que hoy tiene entre 14 y 35-- es actualmente de 349.176 personas, de las cuales, según las estimaciones del INE, 37.574 abandonarán la comunidad con destino al extranjero.

Algo que casa perfectamente con la tendencia que comienza a apreciarse desde el inicio de la crisis, por la cual cada vez más jóvenes están yendo a buscarse la vida al extranjero ante las mejores condiciones económicas de los empleos de alta cualificación. Las tasas de paro entre la población general, pero particularmente en esa horquilla de edad, así como la ausencia de esperanzas de promoción --o al menos de sueldo consecuente con la titulación-- hacen que los aragoneses, como el resto de españoles, vuelvan sus ojos al extranjero, donde sus conocimientos son más valorados económicamente.

 

PERFILES Las tipologías de esta emigración son variadas, pero en general no parece que el espíritu aventurero o el deseo de conocer otras culturas tengan un peso determinante en la decisión de hacer las maletas. Más bien es el hecho de que en su propia tierra no encuentran lo que creen que merecen, o lo que buscan.

No es una tendencia desconocida en España, aunque hace unas décadas que no ocurría. Lo novedoso es que en esta ocasión la inmensa mayoría de los emigrantes es mano de obra cualificada, lo que no solo compromete el sistema de pensiones por falta de base de la pirámide de edad, sino que hipoteca la pujanza del país en ámbitos como la investigación científica o la ingeniería, en cuyo caso el capital humano se dirige principalmente hacia Alemania.

Las proyecciones del INE reflejan que, pese a la cifra total de emigrantes, cada año se irán menos jóvenes de estas edades en progresión constante. Así, está previsto que este mismo año abandonen Aragón 4.291 personas en la citada horquilla, mientras la estimación para el final del periodo, el 2020, es de 3.361, casi mil menos en diez años.

Sin embargo, lejos de ser una buena noticia, el paulatino descenso del ritmo de esta fuga de cerebros es consecuencia directa de los índices de natalidad. En 21 años, se ha reducido la población de cada generación en más de la mitad, concretamente en un 51%. Es decir, actualmente Aragón tiene empadronados 816.977 residentes de 35 años, por 421.535 de 14.

Las previsiones estadísticas también tienen en cuenta la población inmigrante que llegará a la comunidad. Sin embargo, a tenor de los cálculos, estos datos serían menos fiables, ya que establecen una aportación anual constante en esta franja de edad --de los 23 a los 35-- de 5.233 personas.

 

CRECIMIENTO Esto supondría de aquí al 2020 la llegada de 52.230 inmigrantes, lo que compensaría la pérdida de población joven e incluso haría ganar residentes de esta edad a la comunidad, concretamente 14.656 personas. Pero según los datos de los últimos años la tendencia es más bien de vuelta de los emigrantes a sus países --si bien no hay cifra oficial al respecto, ya que no tienen que avisar al país que abandondan, sino al que llegan--, o al menos descenso de su llegada. Por tanto, esta predicción no parece muy creíble.

 

 

El número de ancianos españoles aumenta un 20% en 13 años

Leemos un magnífico reportaje en el Diario Público, en el que se hacen eco del problema de la Despoblación en Teruel: 

 

Saúl Sánchez, de 16 meses, es el único niño que ha nacido desde 2009 en el sereno pueblo de Gea de Albarracín (Teruel), de 430 habitantes, el segundo más grande de los 25 de la comarca de la Sierra de Albarracín. A día de hoy, por sus calles empedradas sólo camina embarazada una de las 208 vecinas. La mayoría tiene más de 50 años. En una década, los jubilados de la comarca han pasado de representar el 20% al 30% de la población.

A nivel nacional, el número de españoles mayores de 65 años ha aumentado un 20,8%, entre 1998 y 2011, al pasar de 6.427.315 a 7.764.657, según el informe anual que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó la semana pasada, con fecha de 1 de enero. Al tiempo que han aumentado los mayores, los menores de 15 años se han estancado (en los 13 últimos años, el total de jóvenes se ha reducido un 0,004%, hasta los 6.483.059). Tras las grandes migraciones del campo a las ciudades en la década de 1960, hace años que empezó a cundir el temor a una nueva despoblación en la España rural.

Los menores de 15 años nacionales han perdido peso en la pirámide poblacional

"Nuestro miedo más grande es que cierre la escuela, por falta de chicos", asegura el padre de Saúl, Enrique, que ha vivido sus 30 años en Gea. El curso pasado, en el colegio apenas había 11 alumnos, de entre 4 y 12 años, y una sola maestra. Compartían un aula y los mayores ayudaban a los pequeños. Este año, son dos profesoras y 14 niños. Tienen dos aulas. Como en la mayoría de los pequeños municipios que salpican la zona, el número de chavales sigue siendo insuficiente para que el saldo vegetativo sea positivo. La gran esperanza recae en atraer a nuevos pobladores, jóvenes y con hijos.

La media de edad de los 25 pueblos se ha disparado hasta los 49 años. "Pero envejecimiento no significa despoblación. Es, simplemente, un aviso", advierte Benjamín García, profesor de Ecología Humana y Población de la Universidad Complutense de Madrid.

El demógrafo apunta dos claves para el repunte de la población rural en los próximos años: llegarán nuevos habitantes para cuidar de las personas mayores y la mejora de las mejores redes de transporte fomentará el fenómeno de los "pueblos dormitorio". "Ahora, el 40% de los habitantes de estos municipios vive en ellos y trabaja fuera, pero ese índice irá en aumento", asegura García.

Es el caso de la madre de Saúl, Esther Esteban, que trabaja en su Teruel natal, a 20 minutos del pueblo. Valora la calidad de vida que disfrutan: "Aquí los niños pueden jugar en la calle". El padre asegura que no cambiaría el pueblo "por nada del mundo". De la cuadrilla de cinco chicos y dos chicas que tuvo Enrique en su infancia, sólo se ha marchado una de ellas.

En la actualidad, casi toda la oferta de trabajo que hay en los pueblos que rodean Albarracín, la capital de la comarca, está vinculada a la agricultura, la ganadería o la construcción, sectores en los que la mano de obra es mayoritariamente masculina. En los pequeños pueblos de Torres, Tramacastilla, Frías o Bronchales se ha repetido el mismo fenómeno: las chicas, faltas de salidas profesionales, se han marchado a trabajar a Teruel, Valencia o Barcelona.

"Hay más universitarias del mundo rural que del urbano", explica el profesor de la Universidad de Zaragoza Luis Antonio Sáez, uno de los organizadores del I Encuentro sobre Despoblación y Reestructuración Rural, celebrado en noviembre de 2010 en Teruel.

En Gea de Albarracín sólo ha nacido un niño desde 2009

Sin embargo, en los últimos años, se ha frenado el éxodo femenino, valora el presidente de la comarca, Benito Lacasa, que recuerda que la relación de sexos actual en la zona aún es del 60% de hombres frente al 40% de mujeres. El cambio ha llegado de la mano del empleo en el sector servicios.

Albarracín, por ejemplo, se ha convertido en un referente del turismo en Aragón y el aumento del número de hoteles y restaurantes ha anclado a decenas de jóvenes lugareñas. El pueblo ha mantenido su padrón en torno a los mil habitantes. Los fines de semana, en Semana Santa y en verano, sus calles parecen un hormiguero de turistas.

También han llegado inmigrantes. Dos de los nuevos habitantes, los hermanos marroquíes Chabir y Alí Faouzi, de 37 y 38 años, regentan un restaurante y valoran la ausencia de racismo que hay: "Aquí, la gente nos respeta porque nosotros les respetamos a ellos".

Teruel es la sexta provincia que ha perdido más habitantes españoles

Pero no todos tienen la historia y el patrimonio de Albarracín. Aunque Gea se ha adaptado al turismo rural, los chorros de agua de la plaza del ayuntamiento siguen resonando por los callejones del centro del pueblo. Varios municipios del sur de la comarca (Masegoso, Toril o Jabaloyas) apenas tienen entre dos y diez familias.

Parejas mixtas

Un fenómeno curioso lo han protagonizado las mujeres extranjeras especialmente latinas y marroquíes que han llegado en los últimos años para cuidar a personas de la tercera edad. Los matrimonios mixtos que han surgido entre éstas y los jóvenes españoles son una de las grandes esperanzas de los pueblos. En Gea hay, al menos, tres matrimonios de este tipo.

Las cuidadoras extranjeras están compensando el éxodo de mujeres

Aicha Al Mak, marroquí de 40 años, dejó su Beni Mellel natal hace seis años para casarse con Pablo Ibáñez, un nativo de 41 años al que conoció por internet. Aunque la justicia le impidió viajar a España porque sospechaba que se trataba de un matrimonio de conveniencia, al final lo logró gracias a un contrato de trabajo como mecánica. En la actualidad, Aicha trabaja cuidando niños. La pareja no se plantea abandonar el pueblo y confía en que el envejecimiento dé un giro en los próximos años. Con sus conocimientos, Pablo ha construido una casa de 450 metros cuadrados con jardín. "En la ciudad, costaría una millonada, pero aquí es bueno, bonito y barato. Y se vive bien", valora.

Teruel es la sexta provincia que ha perdido más población española en los últimos 13 años: un 6,76%, según el padrón municipal del INE. Sólo cinco regiones tuvieron tasas más preocupantes: Soria, Palencia, Lugo, Ourense y, el farolillo rojo, Zamora, cuyo descenso fue del 8,59%. De estas, Teruel es la que ha logrado atraer a más inmigrantes y, como consecuencia, su población total ha aumentado un 6,09%. Pero las grandes hornadas de foráneos apenas han llegado a los pueblos pequeños. Un puñado de iniciativas en las que Teruel ha sido pionero tratan de evitar que el aumento de la edad media se traduzca en despoblación.

Por ejemplo: el alcalde de Gea, Antonio Navarro, contrató como panadero a un hombre de Sabadell (Barcelona), Juan Carlos Gil, sin experiencia previa, pero trabajador, casado y con dos hijos, para suplir al hornero de toda la vida, que falleció embestido por un toro.

Algunos pueblos optan por dar casa y empleo a familias foráneas con niños

A las siete de la madrugada, empiezan a salir de su horno decenas de barras de pan, croissants y napolitanas. "Después de 20 años trabajando para una cadena de supermercados, me despidieron con la excusa de la crisis y decidimos dar un giro a nuestra vida", explica Juan Carlos, de 45 años, mientras su mujer, Pepi Velasco, barniza con huevo la última hornada de bollos. "No sabíamos hacer pan, pero aprendimos rápido", reconoce Pepi. A cambio, el ayuntamiento les ofrece el alquiler de la panadería y la restaurada casa del médico, una de las más privilegiadas del pueblo, por escasos 500 euros.

"Te arriesgas a que, después de darles todas las facilidades, se marchen. Pero hemos tenido suerte con los panaderos" explica el alcalde Navarro, a mediodía, tras pasear a su perro. En otros municipios como Aguaviva (Teruel), la experiencia no les salió tan bien. En una iniciativa pionera, su alcalde lanzó una oferta en su visita a Buenos Aires de hace una década: buscaban 150 personas para repoblar el municipio. La coincidencia con la crisis del corralito argentino les desbordó de peticiones, que superaron las 5.000. Sin embargo, los urbanitas bonaerenses no se adaptaron bien al entorno rural y, en la actualidad, apenas queda una treintena de ellos, señala el profesor Sáez. El vacío lo ocuparon un centenar de rumanos.

En un paseo por los municipios que rodean Albarracín, es difícil encontrar a un alcalde que cobre un sueldo por su labor pública. "Lo hacemos por amor a nuestros pueblos, no por dinero", asegura el primer edil de Noguera (143 habitantes), César Morón, en la barra del bar Lusevi, que regenta con su esposa. Está preocupado porque la crisis ha llegado más tarde a los pueblos que a las ciudades: "Ahora vienen menos turistas, sube el precio de la gasolina".

Su principal iniciativa para combatir la despoblación consiste en dedicar cada año una partida del presupuesto municipal a la construcción de una residencia para personas mayores, "que dará empleo a cinco o seis personas jóvenes", vaticina. "Y, si son chicas, mejor, porque son las que le dan vida al pueblo. Hay que procurar que las mujeres se queden", enfatiza. 

LA SIERRA DE ALBARRACÍN

El sábado pasado, INFORME SEMANAL, el veterano programa de TVE se acercó a la Sierra de Albarracín, para acercarse a la realidad de la despoblación en aquellas tierras.

Vale la pena que lo veáis, cuenta con testimonios de vecinos y de investigadores, como nuestro amigo Luis Antonio Sáez, de Gea de Albarracín y director de CEDDAR.

La Sierra de Albarracín, comarca aragonesa situada al suroeste de la provincia de Teruel, se caracteriza por la despoblación. No llegan a 5.000 los habitantes que viven en los 25 pueblos de la comarca. En los últimso años se ha abierto una ventana abierta a la esperanza de repobladores y el auge del turismo. Por otra parte, la longevidad es una realidad frecuente en estos pueblos: se vive mucho y en buenas condiciones.

Pincha aquí y disfrútalo

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20110220/informe-semanal-sierra-albarracin/1024674.shtml

La trufa negra al rescate de la despoblación

Leemos en la edición digital de EL MUNDO un interesante reportaje, a propósito de la celebración de la Feria de la Trufa de Sarrión, capital de la trufa negra. 

 

En Sarrión hace algunos años la tierra no valía nada. "Yo he visto cambiar un terreno por una rodada de cervezas en el bar", cuenta el truficultor Joaquín Doñate mientras buscamos las primeras trufas del año con su pera 'Negrita'. La cosa ha cambiado mucho y el paisaje también. Donde antes se daba a duras penas una mala producción de cereal, ahora crecen alineaciones de encinas que llegan a dar alrededor de 50 kilogramos de trufa negra por hectárea de terreno, a un precio medio el año pasado de 600 euros el kilo.

La trufa negra ('Tuber melanosporum') es un producto de alta calidad asociado al lujo, al glamour de la alta gastronomía y a los precios disparados. Pero también es una buena oportunidad para salvar del despoblamiento al campo español. Sarrión, en Teruel, es un buen ejemplo de ello. Es el pueblo más trufero de España y cuenta ya con cerca de 3.000 hectáreas de plantaciones de este misterioso manjar. De allí salen muchas de las trufas que triunfan en las mejores mesas del mundo. Pero, además, en este pueblo situado al sur de la segunda provincia más depsoblada de España cerca de 150 familias viven de la trufa.

Lola, María Jesús y Merche, propietarias de Manjares de la Tierra. | M.G.C.

Lola, María Jesús y Merche, propietarias de Manjares de la Tierra. | M.G.C.

Este hongo subterráneo de intenso aroma está haciendo vivir una segunda juventud a algunas de las zonas más desfavorecidas del territorio. Precisamente en Soria, que ocupa el primer lugar en el ranking de provincias con menos población, se encuentra la mayor plantación trufera del país, que pertenece a la empresa Arotz y que cuenta con más de 600 hectáreas de terreno.

La trufa negra está siendo el motor económico de la zona y está sirviendo de reclamo para la gente joven que ya se había marchado del pueblo hace años por la falta de oportunidades. Pero también se trata de un sector que permite la inclusión de la mujer en la cadena productiva, lo que fija familias jóvenes enteras en núcleos rurales amenazados por la despoblación. Algo nada fácil en algunas áreas sobre todo durante las últimas décadas. Consciente de este problema, el Ministerio de Medio Ambiente ha otorgado el premio de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales 2010 a la empresa femenina turolense Manjares de la Tierra, puesta en marcha hace seis años por tres mujeres -María Jesús, Merche y Lola-.

En las mejores mesas del mundo

"La trufa de Sarrión se ha comido en las mejores mesas del mundo desde hace tiempo y nadie lo sabe", explica María Jesús. "Nuestro objetivo es identificar geográficamente el producto y que el valor añadido quede en Sarrión, que es nuestro pueblo". Desde siempre el mercado francés ha acudido a Teruel en busca de sus tesoros subterráneos, que han terminado vendiéndose en Francia o en Italia como trufa del Périgord a través de un mercado oculto y oscuro.

Joaquín doñate y Negrita. | M.G.C.

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Joaquín doñate y Negrita. | M.G.C.

El 80% de los labradores de la zona ha cambiado su cultivo tradicional por las encinas truferas y donde antes había un paisaje dominado por almendros y producciones muy pobres de cereal, ahora hay una dehesa naciente. Además, desde hace años, los viveristas producen con éxito plantones de encina ('Quercus ilex'), quejigo ('Quercus faginea'), avellano ('Corylus avellana') y coscoja ('Quercus coccifera') micorrizados con la trufa negra (la unión de las raíces del árbol con el hongo se llama micorriza). De las 18 empresas que ponen estas plantas con el hongo inoculado que hay en España, 14 de ellas están en Sarrión.

"En toda la provincia hay 590 truficultores y sólo en Sarrión hay entre 50 y 100 familias que viven o que están relacionadas con la trufa", asegura José Rozalén, secretario de la Asociación Provincial de Truficultores y Recolectores de Trufa. El elevado precio de este producto lo ha vinculado al lujo y a lo prohibitivo, pero en Sarrión defienden que con poca cantidad se puede disfrutar mucho de su aroma y sabor. "La trufa la puede comer todo el mundo, no es un lujo", dice Amaparo Escriche, mujer de Rozalén y secretaria de las amas de casa de Sarrión.

Durante los últimos años la recolección de trufa silvestre ha disminuido mucho, las truferas naturales apenas producen frutos. Las lluvias de finales del mes de agosto y de principios de septiembre son uno de los condicionantes para que se dé un buen año de recolección en las áreas truferas de la mitad este de España. "De hecho, la reducción de las tormentas de verano, que regulan que aparezca el fruto del hongo, es uno de los motivos más importantes de la reducción drástica de la presencia de trufas silvestres en los montes españoles", explica Juan Luis Aguirre, director del proyecto Truficultura de la Fundación de la Universidad de Alcalá, que ha contado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

"Antes el mercado local vendía 8.000 kilos de trufa cada sábado. Y ahora, esa es la producción anual de toda la zona", dice Joaquín Doñate. "En Sarrión, antes había 60 rebaños de ovejas y cabras y cada uno de ellos no pasaba de 100 animales. No pisoteaban, pero aclaraban el monte. Ahora, cada dos meses pasa un único rebaño de 1.000 ovejas que destruye el suelo, pero no acaba con el matorral", explica Doñate, que piensa que el abandono del campo es el principal causante del cambio.

 

Los pequeños municipios de Teruel piden medidas excepcionales para frenar la despoblación

Leemos en el Diario Digital POBLACION PRESS lo siguiente:

Los pequeños municipios turolenses defienden crear un índice corrector en los tributos del Estado que sirva para frenar la despoblación. La medida se ha presentado en unas jornadas organizadas por la FEMP en Teruel, que han sido clausuradas por el presidente de la DPT, Antonio Arrufat, quien también defiende la propuesta. 

 
El presidente de la Diputación de Teruel, Antonio Arrufat, junto al presidente de la Diputación de Cáceres, Juan Andrés Tovar, han sido los encargados de clausurar las jornadas “La Despoblación en España: Evolución, Situación Actual y Propuestas de Futuro”, organizadas por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en Teruel. En este marco, ha sido presentada la “Propuesta para la creación de un índice corrector en los tributos del Estado para la lucha contra la despoblación”. Este documento recoge la demanda de los municipios afectados por el declive demográfico para la puesta en marcha de medidas que frenen este proceso.

El presidente de la Diputación de Teruel ha destacado en su intervención que “la despoblación no debe ser concebida por las instituciones públicas como un problema sin solución, sino como un reto que precisa acciones concretas”. Las causas que han provocado que hoy existan en España 3.709 municipios con menos de 500 habitantes son fundamentalmente económicas y provocadas por el desequilibrio que existe entre el entorno rural y el urbano. Por ello es necesario adoptar nuevas fórmulas de actuación desde los Ayuntamientos, las Diputaciones Provinciales y el Estado.

El documento recoge un catálogo de medidas de gestión municipal destinadas a la creación de empleo y calidad de vida en aquellas localidades menores de mil habitantes que hayan perdido población desde el año 1950. La contribución económica, recogida en los Presupuestos Generales del Estado, se destinaría a servicios como la asistencia a domicilio, trabajos de recuperación de entornos naturales y formación de adultos.

Un segundo grupo de medidas serían gestionadas por las diputaciones. Su objetivo: apoyo a las inversiones destinadas a la creación de empleo femenino, inversiones en infraestructuras, accesibilidad y nuevas tecnologías, promoción de bienes y productos, y búsqueda de alternativas medioambientales y energéticas que favorezcan la diversificación económica del medio rural.

Antonio Arrufat ha planteado, finalmente, la necesidad de articular un índice corrector contra la despoblación que iría destinado a los territorios con pérdida de habitantes a partir del año 1950. La cuantía vendría determinada por la siguiente fórmula: disminución porcentual de pérdida de población en un territorio entre los años 1950 y 2000 x 200.000 euros.

En España han sido 20 las provincias que han perdido población en ese periodo. El Estado debería asumir esta aportación. A este índice corrector se suma la necesidad de arbitrar diferentes bonificaciones fiscales para aquellos ciudadanos y empresas que residan en poblaciones menores de 500 habitantes y para aquellas iniciativas que favorezcan la creación de empleo, a través de la iniciativa privada, según criterios de lugar de ubicación, empleo femenino generado y tipo de actividad.

La gestión del Índice corrector precisa de administraciones públicas con experiencia y asentadas en el territorio. Sin lugar a dudas Ayuntamientos y, especialmente, Diputaciones Provinciales que cumplen, de esta manera, con el compromiso de apoyar, asesorar, gestionar recursos y firmar convenios con los municipios para realizar la ejecución de estas inversiones. En definitiva la colaboración institucional, en la gestión de estos nuevos recursos económicos, permitirá poner en marcha medidas que relanzarían el desarrollo social y económico de los territorios en despoblamiento, así como el aprovechamiento sostenible y la conservación de sus recursos endógenos.

 

Más de cien pueblos aragoneses pueden desaparecer en cuestión de décadas

Más de cien pueblos aragoneses pueden desaparecer en cuestión de décadas

Leemos en la edición digital de Heraldo de Aragón  la siguiente noticia, que no por conocida deja de ser menos impactante y desalentadora. La foto es de Balconchán en el Campo de Daroca: 

 

Cada pueblo es un mundo y los tiempos que maneja la demografía son más largos de lo habitual, pero en Aragón hay más de cien municipios que presentan un alto riesgo de desaparecer en unas décadas. Los expertos avisan de que, aunque se tomen medidas para frenar su despoblación, muchas localidades de la Comunidad ya están condenadas a quedarse sin vecinos.

Los datos son elocuentes. Según las últimas cifras de población, en Aragón hay actualmente 61 municipios que no llegan a los 50 habitantes. Además, otras 16 localidades que tienen entre 50 y 100 vecinos han perdido como mínimo la mitad de su población en los últimos 25 años, lo que permite predecir que en los próximos lustros también bajarán del medio centenar de personas.

A ese grupo de alto riesgo se le pueden añadir otra decena más de poblaciones con entre 50 y 100 vecinos que cuentan con menos de tres mujeres en la edad más habitual para tener hijos -entre los 20 y los 40 años-. No obstante, hay que tener en cuenta que la cifra de habitantes reales casi siempre está muy por debajo de la que indican los datos del padrón, por lo que con toda seguridad en Aragón hay más de un centenar de municipios que pueden despoblarse a corto o medio plazo.

"El sentir generalizado es que para muchos municipios ya es tarde -explica la gerente de la Asociación para el Desarrollo y Fomento de las Cinco Villas, Maite González-. Son pueblos que están en la UVI y es muy difícil recuperarlos, tendrían que instalarse en ellos tres o cuatro nuevas familias y eso es muy complicado".

El sociólogo Carlos Gómez Bahillo, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Zaragoza, recuerda además que gran parte de esas poblaciones "están muertas de desde hace décadas". "No hay que mirar solo el número de vecinos o el descenso de población que han tenido en los últimos años -comenta-. Un indicador muy claro es el número de mujeres fértiles que residen en ellos, y en muchos pueblos de Aragón ya hace mucho que no hay relevo generacional".

Gómez Bahillo coincide en que tratar de evitar la despoblación de parte de los pequeños municipios de la Comunidad sería "invertir dinero en un pozo sin fondo". "Al final lo que marca la diferencia entre los territorios que se vacían y los que prosperan son los recurso endógenos: el paisaje, la flora, la fauna... -señala este sociólogo-. Por mucho que las administraciones metan dinero en las zonas más desfavorecidas, es muy difícil invertir esa selección que hace la propia naturaleza".

En cualquier caso, el gerente del Grupo de Desarrollo Local Bajo Aragón-Matarraña (Omezyma), Joaquín Lorenzo, insiste en que quien debe liderar las iniciativas para tratar de frenar la despoblación son los propios municipios. "Cada ayuntamiento debe estudiar sus circunstancias y buscar las soluciones que más se adapten a sus necesidades -recomienda-. Lo importante es que haya una verdadera voluntad de hacer cosas y que se acuda a alguna de las entidades e instituciones que tienen experiencia en los proyectos de repoblación".

Paradójicamente, otra cuestión en la que coinciden los especialistas es el hecho de que, pese a estar perdiendo habitantes, los municipios aragoneses cuentan con mejores servicios que nunca. "Lógicamente, no se pueden comparar con los de una ciudad, pero que nadie piense que hoy en día los pueblos se caen de viejos", destaca González.

En cuanto al papel que pueden desempeñar las administraciones, los gerentes de Adefo Cinco Villas y Omezyma y Gómez Bahillo apuntan a la ausencia de una política coordinada de lucha contra la despoblación. "Existen distintos programas y proyectos que están ayudando, pero cada uno va por su cuenta", dice Lorenzo. "A los políticos les cuesta poner en marcha políticas a medio o largo plazo porque eso les exige coherencia", comenta por su parte el sociólogo de la Universidad de Zaragoza, quien no obstante considera que no hay que lanzar un mensaje catastrofista. "Aragón es muy extenso y la despoblación ha existido siempre -dice-. Hay que trabajar para ayudar a las zonas con posibilidades, pero otras se quedarán sin habitantes siguiendo la ley de Darwin".

 

500 personas acuden a la llamada de Castelnou

Una de las propuestas más imaginativas y decididas de lucha contra la Despoblación, la ha impulsado Castelnou estos días. Leemos en las webs de Cope y de ABC la siguiente noticia:

Más de 500 familias han acudido a Castelnou en lo que ya se conoce como la ‘Caravana de niños’; una iniciativa que ha lanzado el Ayuntamiento de la localidad a través de Internet, para buscar nuevos vecinos y más empresas que se quieran instalar en su suelo. 

 

 A cambio de iniciativas y proyectos emprendedores, Castelnoy ofrece un bonito entorno y mucha calidad de vida. Aunque quizá lo más atractivo sea que “el vecino no paga impuestos municipales (ni agua, ni basura, ni alcantarillado), cada vivienda recibe 30 euros al mes en concepto de consumo eléctrico, el transporte escolar es gratuito, también la compra de material escolar…”,según ha explicado el alcalde de la localidad, José Miguel Esteruelas. Además, “si tienen niños en edad escolar el terreno para construir una vivienda les puede salir gratuito”. 

 

También las empresas que quieran instalarse allí tienen condiciones ventajosas: “si van a motar un negocio y van a crear empleo, el terreno les va a salir gratis”. Y es que, lo que buscan con esta iniciativa es que, haya más vecinos, pero sobre todo “es que vengan empresas y se instalen aquí porque crearán empleo y traerán a gente a vivir aquí”, indica Esteruelas. De momento, el primer edil ha asegurado que ya están en negociaciones con varias empresas para instalarse en Castelnou.

 

Las familias tienen tres citas en Castelnou: un tren turístico con el que podrán conocer Castelnou, una reunión con agentes de desarrollo socioeconómico de la Comarca del Bajo Martín y una reunión con vecinos de la localidad que, “les explicarán las ventajas que hay para los habitantes de Castelnou y en qué consiste todo esto”.  

 

Aragón alcanza los 1.345.419 habitantes, con un 12,8% de inmigrantes

Leemos en la edición digital de 20 Minutos, la siguiente información sobre Aragón:

La población censada en Aragón alcanza los 1.345.419 habitantes, a fecha de 1 de enero de este año, de los que el 12,8 por ciento son extranjeros (172.138 personas), lo que supone siete décimas más de población extranjera que la media nacional. Los de nacionalidad rumana los de mayor presencia con un 36,7 por ciento, seguida de marroquíes (10,4 por ciento), ecuatorianos (6,7 por ciento) y colombianos (4,7 por ciento).

Estos algunos de los datos que se recogen en la publicación anual 'Datos Básicos de Aragón', editada por el Instituto Aragonés de Estadística (iaest) dependiente del Departamento de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón. La publicación estará disponible en internet a partir de septiembre y dispondrá de enlaces además de información segregada por comarcas.

El estudio también recoge que la media de edad de la población aragonesa es de 42,9 años, lo que representa 2,1 años superior a la media nacional, si bien la media de edad de los extranjeros es de 30,4 años.

La esperanza de vida de las mujeresse sitúa en 84,73 años, mientras que la media nacional es de 81,04 años; la de los hombres es de 78,19 años en Aragón y la media nacional también es más baja para situarse en los 77,77 años en los hombres y en los 84,11 años en las mujeres, según datos del 2008.

El número de hijos por mujer es de 1,45 en Aragón y en España es de 1,46 con una tendencia creciente tanto en el ámbito autonómico como nacional. El número de usuarios de pediatras es de 1.070 para cada uno de los 167 pediatras de atención primaria.

Estos datos demográficos revelan que Aragón tiene una pirámide poblacional envejecida que, a juicio de la directora general de Política Económica, Eva Pardos, reflejan "una tendencia y no es algo novedoso". No obstante, ha precisado que "se aprecian cambios lentos y la desaceleración de la natalidad se ha frenado" para puntualizar que "se puede incentivar algo, pero no se puede dar la vuelta a la situación de forma inmediata".

En rueda de prensa, el director del iaest, José María Campos, ha aseverado que la pirámide poblacional de Aragón "es similar a la de los países desarrollados".

Sobre la despoblación en el medio rural, Campos ha preferido no hacer proyecciones sobre la posible desaparición de núcleos para sentenciar que "es sarcástico decir cuando va a desaparecer un pueblo". Al respecto, ha señalado que "las expectativas de pueblos que se daban por muertos de hace 20 años están muy vivas". ECONOMÍA

Aragón tiene una economía tercializada, ha destacado Pardos al aportar el dato de que el sector servicios supone el 66 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), seguido de la industria con el 16 por ciento, la construcción (11 por ciento), agricultura (4 por ciento) y energía (3 por ciento).

Un dato destacable es el aumento del 223,7 por ciento de las zonas en construcción, que en el año 2000 representaba 1.575 hectáreas y en el años 2006 roza las 5.100.

El esfuerzo en I+D en Aragón dentro del PIB alcanza el 1,03 por ciento con un nivel de gasto de más de 352 millones de euros para las casi 7.000 personas dedicadas a la investigación.

En Aragón la presencia de las energías renovables en el consumo de energía primaria es del 15 por ciento, el doble que la media nacional. Respecto a las emisiones de CO2, el 93 por ciento proceden del procesado de la energía y la agricultura, frente al 89 por ciento de la media española. SOCIEDAD

Aragón tiene 759.921 viviendas, de las que el 67,5 por ciento son principales y el 32,5 por ciento secundarias. El tamaño medio de los hogares es de 2,56 personas y en el conjunto nacional llega a las 2,72 personas.

El ingreso medio anual por hogar es de 26.740 euros en Aragón y de 26.010 euros en el conjunto nacional. Los gastos medios anuales por persona en bienes y servicios culturales es de 358,62 euros y de 368,8 euros en el resto de España.

No obstante, el consumo de radio y TV en Aragón es mayor que la media nacional y también la lectura de libros (un 63 por ciento frente a un 57 por ciento).