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OBSERVATORIO SOBRE LA DESPOBLACIÓN

Observatorio CAIRE

VIAJE A LA ESPAÑA DESPOBLADA

  Un magnífico artículo sobre esa España que agoniza y que publica El MUNDO, vale la pena leerlo y sentirlo. 

 

EL TERRITORIO MÁS DESARTICULADO DE LA UE

Francisco Burillo, catedrático de Prehistoria en Teruel, es el promotor del proyecto Serranía Celtibérica, una zona interregional de 65.825 kilómetros cuadrados que incluye poblaciones de Guadalajara, Cuenca, Soria y Aragón. Entre ellos, el señorío de Molina de Aragón, objeto de este reportaje. «La extensión es el doble de la de Bélgica y no llega ni al medio millón de habitantes, la mayoría muy mayores. El año pasado perdió 8.000 personas y buena parte fue por defunción», denuncia. Solo hay cuatro localidades con más de 20.000 habitantes (Calatayud, Teruel, Cuenca y Soria) y, como contraste, tiene 614 pueblos con menos de 100. «Es con creces el territorio más desarticulado de la UE. Nuestra situación es más extrema que la de Laponia, porque nuestra pirámide de población no tiene base. Somos un área de montaña, despoblada y rural remota, las tres categorías que utiliza la UE para dar ayudas». El problema es que pertenece a cuatro comunidades distintas y tendrían que ponerse de acuerdo muchas partes para presentarse como una entidad global: «Lo importante es marcar estrategias de desarrollo real y sostenible para regenerar este territorio», termina.

LAPONIA EN EL CORAZÓN

Magnífico artículo en la edición digital de EL MUNDO, os lo recomendamos encarecidamente; una realidad que siempre duele y que sigue siendo un drama silencioso.
http://www.elmundo.es/sociedad/2015/09/28/56058b72ca474152188b459f.html

España se está muriendo. Lo dice el Instituto Nacional de Estadística: "Si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales, España perdería un millón de habitantes en los próximos 15 años". También lo dice el guión de la última película protagonizada por Carlos Álvarez-Nóvoa: "El mundo rural agoniza. La muerte de un pueblo es mucho más que la un puñado de gente. Las personas nacen y luego mueren. Pero cuando muere un pueblo, ya no nace nada", narra en voz en off este veterano y premiado actor, que murió de cáncer el pasado miércoles acompañado de su familia.En la última escena de su vida interpretativa también muere, pero esta vez en soledad. Seguramente porque representaba una triste realidad a la que se enfrentan muchos españoles que desaparecerán junto a sus pueblos. Carlos hacía el papel de uno de ellos, desnudando a la cámara la importancia del tema de la despoblación.España se está muriendo. Lentamente. En manos de un verdugo que ejerce su cometido especialmente en las zonas rurales. Los que sobreviven, los más jóvenes, huyen a las ciudades o grandes pueblos reconvirtiéndose en pequeños urbanitas. Lo dice Francisco Burillo, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza: "Laponia y la Serranía Celtibérica, que comprende regiones de Aragón, Castilla- La Mancha, Castilla y León, Navarra y La Rioja, son los dos únicos territorios de Europa que registran densidades inferiores a 8 habitantes por kilómetro cuadrado".España se está muriendo. También lo dicen los ojos de Juan. Tiene cinco años y es el único niño que hay en Robregordo, un pequeño pueblo de 30 habitantes en la Sierra Norte de Madrid. Casi todas sus casas están en venta o alquiler; en dos horas sólo vemos a cinco personas y ninguna baja de los 70 años. Excepto Juan.El crío juega por las tardes solo, ante la atenta mirada de nadie, con su pelota de baloncesto en la canasta que hay frente al Ayuntamiento. Un edificio de piedra que también hace las funciones de bar, el único del pueblo. "Hace años éramos más de 150 habitantes. Algunos han muerto y otros se han ido a Madrid o a Buitrago de Lozoya", afirma María, la alcaldesa de Robregordo.Buitrago está a 16 kilómetros, tiene 2.000 habitantes y es el pueblo escala o pueblo cebolla de la sierra. Así lo llama su alcalde, el popular Ángel Martínez Herrero. "Muchas familias de la zona abandonan sus casi desaparecidos pueblos -primera capa de la cebolla rota- y vienen aquí porque quieren quedarse en la sierra. Cuando los niños crecen ya se van a Madrid -última capa de la cebolla- por la falta de oportunidades y servicios. Nosotros seremos los últimos en caer, pero lo haremos al final como todos", dice Ángel, augurando un futuro pésimo a esta zona. "¡Y a toda España! Pero lo curioso es que aquí estamos sólo a 40 minutos de la capital".La despoblación preocupa. Por ello la Mancomunidad de la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid, formada por 42 municipios, propuso el año pasado al director de cine, Emilio Ruiz Barrachina, la posibilidad de rodar una película sobre la despoblación rural. Emilio, nominado en 2012 a los premios Goya por su trabajo sobre el cantaor Enrique Morente, aceptó el proyecto sin dudar.Encontramos al director y también periodista, ex corresponsal de guerra en África, desayunando en una cafetería en Buitrago. Aquí decidió quedarse a vivir cuando terminó de rodar su documental, El Violín de Piedra, con un presupuesto de 300.000 euros, financiada exclusivamente por la Mancomunidad. "Espero que este film sirva para concienciar a la gente de un problema que nos afecta a todos", añade Emilio, mientras nos da una vuelta por el pueblo y la zona enseñándonos los escenarios reales donde grabaron.Su película, que se estrena en los cines a mediados de noviembre, explica en forma de comedia ácida el tema de la despoblación a través de la historia del último habitante de un pueblo. La cinta fue presentada en el Festival Internacional de Oviedo, ganando el premio a Mejor Director, Mejor Actor y Mejor Música. Carlos Álvarez- Novóa -premio Goya al mejor actor revelación en el 2.000 por Solas- es el protagonista.El actor murió el pasado miércoles con 75 años. Le localizamos días antes en Sevilla. El hombre había recibido una sesión de quimioterapia y casi no tenía fuerzas para hablar. Por ello, su amigo Emilio nos cuenta por qué este actor tan carismático se prestó para el proyecto. "Carlos nació en un pueblo minero de Asturias. Había visto con sus propios ojos cómo las aldeas de su tierra se estaban quedando vacías y estaba muy sensibilizado con este tema".Algunos de esos pueblos de la infancia del actor ya están abandonados. Al igual que otros 2.800 en todo el país. En ellos ya no se escucha el bullicio de antaño. Algunos están en ruinas. Otros han sido rehabilitados gracias a un Programa de recuperación llevado a cabo por el Ministerio de Agricultura. Pero el silencio sigue reinando en sus pequeñas callejuelas. Es el caso, por ejemplo, de Umbralejo, en plena Sierra de Ayllón (Guadalajara). Es un pueblo completamente restaurado en el que literalmente "no queda ni un solo alma". Tiene 70 casas de pizarra y barro, aulas, comedores y talleres. Pero nadie las usa.La Serranía Celtibérica, a la que algunos llaman la Laponia del Sur, es la zona más despoblada de España. En los valles riojanos de los ríos Jubera y Cameros Viejo, tiene una densidad real de 0,64 habitantes por km2, la mayoría personas de más de 60 años dedicados a la agricultura y la ganadería. "Estamos ante una silenciosa muerte biológica que se lleva con ella la cultura y el modo de vida campesino", afirma Francisco Burillo. Este Catedrático de la Universidad de Zaragoza es el promotor de un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad que buscan una solución inmediata para evitar la desaparición de los pueblos de la sierra. "Hoy, la Serranía Celtibérica es el territorio más desarticulado y con la mayor tasa de envejecimiento de toda la Unión Europea", explica Francisco.Para luchar contra este fenómeno hay Fundaciones como Abraza la Tierra que trabajan para asentar la población en el medio rural. "En el último año nos han escrito 1.600 personas interesadas en vivir en un pueblo. Muchas eran parejas jóvenes y con estudios. Nosotros les aconsejamos y les buscamos un pueblo que encaje con ellos", afirma Eva González, coordinadora de la Fundación.Aunque si usted está interesado en volver al pueblo, también puede comprar uno. La web, Aldeas Abandonadas, funciona como una inmobiliaria vendiendo pueblos deshabitados. "Hace un par de años vendimos una aldea en Galicia por 65.000 euros", dice Elvira, responsable de la web.Todo sea para que España no se muera ni sus pueblos desaparezcan.
El envejecimiento

La situación de España en 2030
En los próximos 15 años nuestro país perdería 1.022.852 habitantes y en 50 la situación se agravará hasta los más de 5,6 millones, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Reducción drástica de la población
De confirmarse esa bajada de los habitantes, el censose reduciría hasta los 45,8 millones en el año 2024 y 40,9 millones en 2064. Esta reducción se debe al progresivo aumento de las defunciones y la disminución de los nacimientos.
Preocupación por el envejecimiento
Los habitantes españoles son también cada vez más ancianos. El porcentaje de población mayor de 65 años, que actualmente se sitúa en el 18,2% pasaría a ser el 24,9% en 2029 y del 38,7% en 2064.

La Siberia Española

Foto Periodismo crudo y muy duro, para reflejar la realidad de las Comarca del Interior. 

Una zona que siempre fue de frontera, de frontera interna, como esas comarcas turolenses con las que comparte la desolación del frió y del abandono. 

La Comarca de Molina de Aragón en EL PAIS. Vale la pena verlo.

http://elpais.com/elpais/2015/03/17/album/1426615358_016999.html#1426615358_016999_1426615477

Presentan en Cantavieja el ejemplar de 'Caire' sobre despoblación

Damos cuenta de esta magnífica noticia, que abanderan nuestros compañeros de ADEMA-CAIRE. Iniciativa de la que también participa el Parque Cultural del Maestrazgo como entidad colaboradora. 

Dejamos la noticia del Diario de Teruel 

En la sede de la Comarca del Maestrazgo se presentó ayer la última edición de la revista del Centro Aragonés de Información Rural Europea (Caire), que en esta ocasión aborda en sus páginas el problema de la despoblación en el medio rural y los fondos europeos para el periodo 2014- 2020. La revista Caire llega con este al número catorce y lo hace abordando este tema fundamental para la provincia de Teruel y otras zonas rurales españolas de interior.

Aprovechando la celebración del Año Europeo de los Ciudadanos 2013, el Europe Direct CAIRE planteó el año pasado foros de debate en todos los municipios de la comarca al objeto de abordar esta problemática, foros en los cuales más de 300 vecinos participaron tomando la palabra para dar su opinión, mostrar sus preocupaciones al respecto e incluso hacer propuestas. Fruto de aquel trabajo, apoyado por la Diputación Provincial de Teruel, la Comarca del Maestrazgo y el Gobierno de Aragón, es hoy esta revista.

En la presentación de la revista en cuestión participaron el Vicepresidente segundo de la Diputación Provincial de Teruel, Ramón Millán, el Diputado Delegado de Programas Europeos, Carlos Sánchez, el Presidente de ADEMA, Ángel Blas Vinaja y, en representación de la Comarca del Maestrazgo asistió al acto Daniel Torres.

Desarrollo de proyectos

Carlos Sánchez comentó que "la Diputación trabaja en desarrollar proyectos e ideas para luchar contra la despoblación, y que debates como este plasmado en la revista Caire, cuya edición hemos financiado con 3.000 €, son muy importantes". También comentó que programas de cooperación como el "Philoxenia Plus" y "Move on Green" en los que participa la Diputación "pretenden acercar los servicios básicos al ciudadano y contribuir a mejorar la movilidad en el medio rural de una manera sostenible, lo cual en nuestro territorio es muy necesario".

Objetivo fundamental

Ramón Millán por su parte explicó que "el objetivo fundamental de todas las instituciones que han participado, Diputación, Gobierno, Comarca y ADEMA, es evitar que nuestros hijos se vayan, tomar medidas para paliar este problema y para favorecer el regreso de los que emigraron y que ahora podrían asentarse de nuevo en el territorio con proyectos generadores de riqueza y empleo".

Además también añadió que "el foro sobre despoblación que ha tenido lugar en el Maestrazgo ha sido de las acciones más importantes de los últimos tiempos ya que la gente que participó aporto sus ideas aunque luego la búsqueda de soluciones sea más difícil".

Por su parte el presidente de ADEMA, Ángel Blas Vinaja comentó que "ya es el número catorce de la revista que ya cuenta con una dilatada trayectoria tratando temas que afectan al territorio y esperamos que sea interés y marco de acciones a llevar a cabo en el futuro".

Igualmente Vinaja agradeció a las Instituciones el interés y el apoyo prestado en el proyecto ya que "ayuda a sensibilizar a la sociedad sobre un problema que afecta a todo el medio rural español".

Para finalizar, Daniel Torres añadió que "la Comarca del Maestrazgo siempre ha apoyado proyectos como este que tratan temas de gran interés y preocupación en el territorio".

 

Alcalde busca niños desesperadamente

Dejamos este magnífico reportaje de EL PAIS, en el que se da cuenta del estado de desesperación en el que la absurda política de recortes en educación, está llevando a muchos pueblos.  

Los despachos desde lo que se toman estas decisiones están en torres de marfil, lejos de la realidad del medio rural; ajenos al drama que suponen este tipo de medidas, insensibles hacia los niños y sus familias. Es absurdo, es una locura y un sinsentido que está machacando a los pueblos pequeños. Sin escuelas no hay vida, sin niños no hay futuro. 

El Gobierno de Aragón sube el umbral de 5 a 6 niños. Un despropósito, uno más que desde ciertos y complacidos sectores se verá como algo razonable, pero que aquí es dramático. Para más inri, no pondrán el transporte. Lo dicho, una locura.

Así dice el reportaje: 

 

"No hay nada que hacer, nos cierran la escuela”, le anunció hace un año la profesora a María José Vallés, la alcaldesa de Lledó, un pueblo turolense de 180 habitantes. Ya había aguantado con solo tres niños dos años, pero para el curso 2012-2013, la ratio aumentaba ineludiblemente a cinco alumnos. Desde ese día comenzó la lucha personal de esta regidora socialista, que se convirtió en casi una obsesión, para conseguir que no se cerrara el colegio. Tenía que encontrar niños que ocuparan un pupitre el curso siguiente. Así que puso un anuncio en Internet, llamó a la televisión autonómica, repitió su problema allá donde pudo. “Necesitamos urgentemente una familia con dos o más niños. Ofrecemos trabajo y una vivienda con alquiler accesible”, rezaba el reclamo. Cientos de personas acudieron a su llamada. Lledó consiguió dos nuevas familias con seis niños. Y la escuela se salvó.

Decenas de pueblos en toda España han recurrido a esta misma fórmula para evitar la muerte a la que están abocados cuando las aulas de una pequeña población se cierran. Los nombres varían, el problema es el mismo: Abejar (Soria), Arganza (León), Peñas de San Pedro (Albacete), Puente de Vadillos (Cuenca) o Castelnou (Teruel) son algunos de los municipios que componen la red de los que han dicho “no” al despoblamiento y pujan con sus ofertas por atraer a una nueva generación de vecinos.

Lledó pudo ofrecer trabajo gracias a un empresario local. “Me dijo: ‘Lo que haga falta, María José”, relata hoy la alcaldesa. La mayoría de las localidades utilizan como reclamo las casas gratis o con un alquiler simbólico, ciertas ayudas económicas o la supresión de impuestos municipales.

Aunque no es una práctica nueva, los recortes presupuestarios que amenazan a los centros rurales han despabilado a muchos pueblos que creen que la clausura de sus escuelas es el paso previo a la muerte. “Me costó lloros de impotencia, porque si a un pueblo le quitas la escuela, le estás cortando el futuro”, asegura Vallés, regidora desde 2011. Es difícil imaginar abatida a esta mujer en la cuarentena a la que las palabras le nacen firmes y que se cargó a los hombros la salvación del colegio.

El matrimonio zaragozano compuesto por Noelia Duce y Fernando Lorente marcaron el móvil que la alcaldesa hizo público en televisión y ahora parece que son del pueblo de toda la vida. Sonrientes y relajados cuentan su experiencia mientras de refilón miran a Susana, de cuatro años, que juega con los otros pequeños en el parque infantil. Sus gritos son los únicos que retumban entre los recios muros de piedra a la hora de la siesta en el pueblo. En un principio no eran los candidatos idóneos porque solo tenían una hija, pero cuando visitaron la frondosa comarca del Matarraña, conocida como la Toscana española por su paisaje similar con el de la región italiana, de la que Lorente se acordaba por algunas excursiones de su infancia, decidieron que se mudarían les dieran o no trabajo. “Pensábamos coger el paro y emprender aquí”, explican. Finalmente no fue necesario, porque el empresario del matadero ofreció un segundo puesto de trabajo a la alcaldesa. El matrimonio muestra orgulloso un marco con tres fotos en una mesilla de su nueva y espaciosa casa: son las del día de su boda celebrada hace un mes en Lledó. Una ceremonia sencilla, sin vestido de novia, la primera que oficia Vallés desde que es regidora.

Este sistema de repoblación de urgencia no siempre cuaja y a veces las familias se acaban yendo al poco de llegar o cuando se acaba el incentivo. Duce advierte a los que se planteen una vuelta a la naturalezaque “hay que saber diferenciar entre la vida de un pueblo en verano y los 365 días del año”. Alija del Infantado (León), de 798 habitantes, se lanzó a esta experiencia el año pasado para intentar rebajar la media de edad del municipio, aunque su situación no es crítica porque el colegio tiene 28 niños. Sin embargo, quiere tomar medidas antes de que sea demasiado tarde. “La escuela es lo que nos da vida, da gusto ver a los niños por ahí corriendo”, reconoce Victoriano Villar, teniente de alcalde. Siguen ofreciendo a los nuevos pobladores vivienda gratis, tierras para labrar y hacerse cargo de la serrería de la zona, que ahora está cerrada. Además, a los que tengan más de cinco hijos les regalan 300 euros nada más llegar. En cuanto lanzaron su oferta, se instalaron cinco familias, pero cuatro ya se han marchado porque no han encontrado un puesto en el que quieran trabajar y la otra está a punto de irse. Esto mismo lleva viviendo Rioseco (Soria), de 150 habitantes, desde hace más de veinte años, los que llevan acogiendo familias a cambio de empleo en las empresas de la zona. La última llegó hace cuatro años; viven en una casa municipal, el padre es pastor y uno de los hijos trabaja en la empresa de construcción de la zona.

Estos pequeños núcleos se resisten a la desaparición, a ver cómo las calles en las que crecieron se vacían. Son las principales víctimas de la bajada de natalidad en España, que ha vuelto a ser negativa por cuarto año consecutivo. Hoy nacen 60.000 niños al año menos que en 2008.

Casa, trabajo y cheque bebé

  • Alija del Infantado (León).798 habitantes. Ofrece vivienda gratis, tierra para cultivar y trabajo en una serrería para una familias con más de hijos en edad escolar (y 300 euros a la llegada si tienen más de cinco hijos).
  • Abejar (Soria). 367 habitantes. Ofrece vivienda gratis a familias con niños a condición de permanecer al menos un año.
  • Peñas de San Pedro (Albacete). 1.360 habitantes. Ofrece trabajos eventuales en el Ayuntamiento a los vecinos del pueblo que emigraron y quieran volver. Da 3.000 euros de cheque-bebé a las mujeres del pueblo.
  • Orrios (Teruel). 152 habitantes. Proporciona una vivienda por un alquiler de 120 euros a las familias que se trasladen a la localidad con dos o más hijos.

En Galiciauna de las comunidades más afectadas por el despoblamiento, surgió en septiembre una localidad peleona: Vilariño de Conso (Ourense), de 600 habitantes. En menos de dos meses, el tesón de sus vecinos hizo que se trasladaran a la aldea decenas de familias de Madrid, Barcelona o Teruel atraídas por los bajos alquileres del municipio y dispuestas a trabajar en el campo, el principal medio de vida de los habitantes de esta zona. Pasaron de 13 a 33 niños menores de 11 años.

Aunque muchos de estos capítulos acaban bien, la historia está lejos de un final feliz. José Andrés García, presidente de la Red Estatal de Desarrollo Rural, opina que la llegada de nuevas familias es algo “positivo”, pero se trata de un parche a una situación estructural de la falta de actividad económica en el medio rural. “Si se genera empleo en los pueblos, veremos volver a correr a los niños por sus calles”, asegura.

La pequeña Susana recorre con su triciclo las sinuosas calles de Lledó ajena a todo esto. Solo piensa que en dos días acaba el curso en la escuela que, sin querer, ha contribuido a salvar con su llegada.

 

España se vende por aldeas

Todas las caras de la crisis se ven en el medio rural, donde sus efectos se hacen más acuciantes si cabe. A la Despoblación, se le suma el abondono, la pérdida de identidad, de derechos. 

España se vende por aldeas, tal y como cuenta en su edición digital EL MUNDO y lo malo es no saber en manos de quienes acabaran nuestros pueblos. SOS MEDIO RURAL

"Se vende aldea. Impresionantes vistas y finca. Oportunidad, con seis edificaciones, manantial de agua y finca de 13.000 metros cuadrados. Zona Pontenova. 62.000 euros". "Conjunto rural en el sureste de Lugo, con 5 edificaciones y finca de 2.227 metros cuadrados. Oportunidad, 55.000 euros. Dos casas y anexos». Estos anuncios, ambos relativos a la provincia de Lugo, están publicados en Aldeas Abandonadas.com, el portal de Internet más activo en este negocio. No son una excepción.

Según los datos que maneja Rafael Canales, su gerente, "en España el INE tiene registradas 3.0000 aldeas abandonadas". Ellos tienen a la venta más de 60, de las que "el 70% están en Galicia", pero otros sitios como Trovit tienen ofertas similares y el auge de este mercado inmobiliario por el que en el último año han mostrado interés ciudadanos del Reino Unido, Alemania, Bélgica o Noruega incluso ha animado a Administraciones públicas a estudiar la oportunidad.

Es el caso de Cerdedo, en el interior de Pontevedra. Su alcalde, José Balseiros, explica que el representante de una familia alemana se ha puesto en contacto con el ayuntamiento para interesarse por la aldea de Fraguas, pero no ha sido posible localizar a todos los propietarios y la mayoría de las casas están en estado de ruina, de modo que será la propia Administración local la que estudie la fórmula para subastarla.

Así se encuentra Arufe, en Pontevedra. | Rosa González

Así se encuentra Arufe, en Pontevedra. | Rosa González

En Cotobade, municipio limítrofe, su alcalde, Jorge Cubela, ha hecho un inventario de las aldeas que están en esta situación y ha descubierto una auténtica joya en Arufe, un núcleo con cinco casas de piedra con sus correspondientes hórreos y palomares que ocupa cerca de 8.500 metros cuadrados. [VEA EL VÍDEO] Tras localizar a todos los propietarios, estudian fórmulas para promover su rehabilitación y que vuelvan los habitantes que no residen allí desde hace 60 años,

"Para el Ayuntamiento sería un proyecto muy bonito sacarlo adelante», indica. En su caso, estarían más interesados en promover algún complejo de turismo rural, ecoaldea o similar, pero están abiertos a todas las opciones y, de hecho, ya han recibido varias llamadas para adquirirla. Incluso han iniciado alguna gestión conjunta con Cerdedo y otros ayuntamientos del entorno para buscar una solución al abandono de estas aldeas que «se fueron quedando sin vecinos por la emigración, por el éxodo de la gente a las ciudades o por la falta de comunicaciones». No hay una única razón, pero sí una realidad común: sus propietarios no las mantienen y los gestores municipales ven en su riqueza arquitectónica y paisajística un nicho de mercado para ayudar a combatir la despoblación del rural gallego.

Recuerdos de aldeas en esplendor

Valisneria Vidal Gómez tiene 88 años y es una de las pocas personas que recuerda Arufe con vecinos. Rememora a los portugueses que adquirieron una de las viviendas, que otra es de una familia ourensana que se ha quedado sin herederos y, sobre todo, «cuando allí había mucha vida. Había un magistrado que veraneaba aquí y le llamaba al camino principal la calle de Segasta, porque de tanto pasear por ella, se gastaba el suelo». Ella ha heredado una de las viviendas «pero está abandonada, necesita ponerle la mano encima para vivir allí. En mis tiempos había mucha gente, pero ahora Arufe ya no es nada»,explica.

La situación de Arufe no es habitual en el resto de las aldeas abandonadas que salpican el rural del país. «En la mayoría de los casos es muy difícil encontrar a los propietarios. Muchos son gente mayor que ha fallecido y ha dejado la herencia a los hijos, pero viven en la ciudad y están desvinculados del lugar», explica Rafael Canales. Desde su web están promoviendo expedientes para mediar entre posibles herederos y compradores y han logrado ya devolver la vida a algunos pueblos.

Valisneria Vidal Gómez , vecina de Arufe. | Rosa González

Valisneria Vidal Gómez , vecina de Arufe. | Rosa González

Recientemente, unos ingleses han adquirido una aldea que se ofertaba en su web como "Bonita aldea del valle del Eo, en venta por 125.000 euros". Está ubicada en A Pontenova (Lugo) y el encanto de las fotos con la que la promocionaban hizo interesarse a medios de comunicación de lugares como Bulgaria y recibir varias ofertas en firme. Los nuevos propietarios pretenden restaurar parte de las construcciones y dedicarlas al turismo rural. "Entre un 15 y un 20% de los compradores las compran como inversión», explica el gerente de Casas Abandonadas, pero también hay personas interesadas «en la tranquilidad que pueden tener en esos sitios, por ejemplo, para retirarse a vivir en el campo cuando se jubilan».

El 90% de los compradores son extranjeros

En el último año han recibido entre 300 y 400 solicitudes de información y frente al año pasado en que los clientes eran mitad y mitad españoles y foráneos, en los últimos meses «el 90% son extranjeros por la situación del mercado inmobiliario español». Es rara la semana en la que no tramitan algún expediente para adquirir gangas como una «aldea 3 casas, excelente zona. Cerca de playas, 60.000 euros». Está en la Costa da Morte, en A Coruña.

Tienen casas por toda España, pero más en Galicia, Cataluña o Asturias y las que más se mueven son las gallegas «porque son mucho más baratas». Por ofertas, «las más asequibles son las de Galicia y luego Asturias, parte de Castilla y León y Castilla la Mancha. Andalucía es mucho más cara y en Cataluña no las compras por menos de 250.000 euros».

Las 1.408 aldeas deshabitadas que contabiliza el INE en Galicia suponen la mitad de toda España, pero no es la cantidad de oferta la que decanta el mercado, sino el tipo de producto, «lo que en Galicia compras por menos de 100.000 en otras zonas te vale un millón». El mejor ejemplo puede ser contraponer estas dos ofertas: «Conjunto rural, masias en venta con finca espectacular, 150 hectáreas. 2 casas habitables, 1.200.000 euros. Barcelona». «Aldea 5-6 casas, Ribeira Sacra, Entre 15.000-40.000 euros. Impresionantes vistas. Toda ahora por 60.000 euros».

 

 

Freno a la despoblación

Leemos este artículo de opinión que suscribimos por completo; es de Fernando Tascón y lo publica el Crónica de León

 

Ya nos temíamos que alguna mente lúcida de cuantas abundan en la administración no tardaría en hallar la fórmula para acabar con este incómodo fenómeno del siglo XXI que es la despoblación. Nada mejor para terminar con la caída vegetativa y el éxodo constante hacia la ciudad que eliminar los pueblos. Si se erradican los pueblos, con el menor número de víctimas que sea posible, nos encontraremos con que sus habitantes dejarán de disminuir de forma automática. No tenemos ni la menor idea de cuántos sociólogos habrán sido necesarios para tomar esta determinación, pero el método escogido para desarrollarlo no ha sido precisamente sibilino. Comencemos por retirar las escuelas hacia los lugares más alejados que sea posible. Cuando los niños no tengan garantizado el maestro, cuando estén obligados a darse el madrugón invernal para subir al transporte escolar que los lleve sobre hielo hasta el CRA más próximo, habremos logrado gran parte del objetivo: la población sana terminará yéndose. Ocupémonos ahora del segmento vecinal más proclive a la enfermedad y el padecimiento: los mayores. Para perderlos de vista, solo habrá que alejar de su presencia a los médicos y su séquito de enfermeros. Si lo logramos, si nos cargamos el consultorio y obligamos a los ancianos a desplazarse a otro pueblo para conseguir las pastillas, estaremos en el camino más apropiado para que se cierren definitivamente todas las puertas del pueblo. Por si a alguno de los estrategas de este plan no se les había ocurrido, un perfecto acelerante para el desánimo general podrían ser las restricciones en calefacción en colegios y centros de salud.
En fin, la idílica existencia que atribuimos a nuestros pueblos, ese locus amoenus que anhelamos como destino para el tiempo de retiro no es tal cosa: solo se trata de un territorio para prejubilados mineros, con hijos universitarios y con un todoterreno para salir a escape cuando llega la nieve.

Escuela rural en peligro de extinción

Seguimos a vueltas con la educación, respaldando todas las movilizaciones que se desarrollan en favor de la escuela rural, porque la escuela rural es vida, es el alma de los pueblos, y no podemos renunciar a ella. Dejamos aquí lo que aparece hoy publicado en EL PAIS. Vale la pena seguir sabiendo y seguir denunciando, y apostando como hace el Gobierno de Castilla León por la Escuela Rural. 

 

Hace 10 años, había 91.800 alumnos en escuelas rurales en toda España. En el curso 2009-2010, eran 54.000, según los datos de Consejo Escolar del Estado. Pero la despoblación de las localidades pequeñas ya no es el único gran enemigo de este tipo de centros, pues a ello se le ha unido la crisis y los recortes presupuestarios que llegan con ella y que hacen temer a docentes y padres de pueblos por un modelo caro, de escuelas pequeñas en las que alumnos de tres a 12 años comparten aula y profesor, con otros docentes itinerantes de Música, Inglés o Educación Física que atienden a varias localidades.

De momento, la única comunidad que ha anunciado el cierre de un buen número de aulas unitarias (71) es Castilla-La Mancha, y además, dice su Gobierno que no es por el dinero —se ahorra poco, dice un portavoz, que no especifica cuánto—, sino porque los alumnos de esos centros, aseguran, tendrán una atención de más calidad en colegios más grandes a los que serán transportados cada día.

En el resto de autonomías, profesores, padres y sindicatos permanecen alerta, pues temen medidas parecidas en cualquier momento. En Teruel, una de las provincias con mayor concentración de escuela rural, los docentes han iniciado una movilización preventiva, pese a que el Gobierno aragonés dice que no cerrará aulas. Un grupo de 13 profesores han estado 21 días encerrados en el instituto de Albarracín, en la localidad del mismo nombre, para tratar de encender la mecha y extender la protesta, cuenta Isabel Díaz, una de las docentes. Temen el impacto social que tendría para los pequeños pueblos.

Ese es el temor que hay en Garciotum, una localidad de 190 habitantes al noroeste de la provincia de Toledo. Hace 20 años quisieron cerrar la escuela, pero los vecinos se resistieron, protestaron y se mantuvo. Ahora, los pueblos de alrededor, aquellos donde sí cerró el colegio, “están muertos”, cuenta David Palomares, el alcalde, del PSOE. Por eso, dice, esta vez también van a pelear. Palomares asegura que ha recibido una llamada de la Inspección comunicándole que la suya es una de las 71 escuelas unitarias que cerrarán en Castilla-La Mancha el próximo curso. La consejería lo niega, pero, de momento, el alcalde no ha conseguido que en la consejería le atiendan.

“Que vengan cuando quieran a hacerle un examen a mi hijo”. Yolanda González es una de las madres del centro en el que hay 11 alumnos de entre tres y 12 años de infantil y primaria (el año que viene se quedarían con 10, el límite marcado por la Junta para cerrar, aunque prevén que puedan llegar más), y está indignada por los argumentos de la consejería.

Al hijo mayor de Yolanda, Cristian, le iba muy mal en el colegio al que iba en Escalona, un centro grande, así que, con la perspectiva además de trasladarse a vivir a unas casas de protección oficial en Garciotum, cambiaron a Cristian y a su hermana pequeña al colegio del pueblo. Durante tres años, hasta que les dieron la casa, les han estado transportando cada día desde Escalona hasta el pueblo (a 24 kilómetros). Y ahora que el niño “ha mejorado muchísimo”, le obligan a hacer el camino de vuelta.

El pueblo se ha volcado con la escuela, han conseguido firmas de apoyo y están dispuestos a protestar donde haga falta. El colegio, explica la profesora, Rita Almagro, es un puntal de la localidad. “Los mayores empezaron a hacer teatro siguiendo los pasos de la escuela, que cada año hace una representación”, cuenta Almagro. “Un pueblo sin niños es un pueblo muerto”, insiste Mari Carmen Mateo, otra de las madres del colegio. Vecinos de los pueblos afectados y profesores se han reunido en torno al Observatorio de la Escuela Rural de Castilla-La Mancha para protestar contra el cierre de las aulas unitarias en toda la comunidad.

El Galicia, se han cerrado este curso 14 de estos centros por falta de alumnos (normalmente, la mayoría de comunidades tienen es límite en cuatro), aunque los vecinos de Entrecruces, concello de Carballo (A Coruña), se quejaron de que no se había tenido en cuenta su previsión de crecimiento de alumnado para los próximos años. Hace seis, en toda la comunidad se contaban 177 aulas unitarias, con mucho arraigo en las zonas rurales. En los últimos cinco, dos gobiernos distintos (PSOE y BNG primero, y el PP desde el 2009) han echado el cierre a 126.

Silvia García, de 29 años, da clases en la escuela de Regoelle, en el municipio coruñés de Dumbría, próximo a Fisterra, desde hace dos cursos. Esta casita de planta baja con arenero, columpios y una huerta ecológica en proyecto, es su primer destino definitivo, donde es la única profesora asignada. Dos veces por semana, pasan por el aula otras dos docentes de apoyo itinerante para impartir inglés y religión a los ocho alumnos: cuatro niños y cuatro niñas. Silvia habla con pasión de la enseñanza y de los progresos de los pequeños, pero aún no sabe si la escuela seguirá abierta el curso próximo. En septiembre, dos de sus alumnas iniciarán secundaria y solo quedarán seis.

La escuela de Regoelle está en el punto de mira de la Xunta, que ya había barajado su cierre este curso. Cuenta García que los gastos de mantenimiento de su escuela corren por cuenta del Ayuntamiento de Dumbría, con 3.600 vecinos muy repartidos en siete parroquias. “Nos pagan la luz, el agua, la limpieza del parque y, hasta hace poco, la factura del teléfono”, enumera (lo mismo ocurre en Garciotum, en Toledo).

Como son muy pocos alumnos, explica García, prefiere ser ella la que aporta el material escolar que paga de su sueldo para no agotar el exiguo presupuesto que le asigna la Xunta en cuatro pagos trimestrales (1.000 euros). En Garciotum, la profesora Rita Almagro, de 62 años, decidió hace algún tiempo encargarse ella con los alumnos de la limpieza del centro. Con el dinero que el Ayuntamiento les da a cambio compran, por ejemplo, la merienda de los chavales: “Así no andamos con que uno tiene más el otro tiene menos”, cuenta.

Esas aulas unitarias son las que están en el punto de mira. “Probablemente sea más caro, pero estamos hablando de personas, de niños, de familias y a largo plazo el desarraigo social y cultural es muy elevado”, dice la especialista de la Universidad de Barcelona Roser Boix.

En todo caso, el argumento de Castilla-La Mancha para el cierre no ha sido el dinero, sino la calidad. Hablan de “falta de igualdad de oportunidades; imposibilidad de socialización con otros alumnos de su misma edad; falta de atención, al estar agrupados en un mismo espacio alumnos con distintos niveles y falta de los medios”, enumera un portavoz.

Sin embargo, en la vecina Castilla y León, también gobernada por el PP, con la mayor población escolar en entornos rurales y con unos resultados en el informe Pisa por encima de los de Suecia o Alemania, la consejería repite una y otra vez su apuesta por la escuela rural. “Es una apuesta por la pervivencia del mundo rural”.

De hecho, Boix habla de las bondades pedagógicas de las aulas rurales. “En un aula unitaria todo se oye y todo se ve, es decir, los alumnos de ciclos inferiores escuchan y comparten en muchas ocasiones conocimientos destinados a alumnos mayores; este hecho, muy importante en la construcción del conocimiento por parte del alumno, permite que éste avance conocimientos si se trata de un alumno de ciclo inferior o consolide si se trata de un alumno de ciclo superior que está “escuchando” lo que está aprendiendo un alumno de ciclo inferior”. De hecho, viendo cómo funciona la escuela de Garciotum —donde algún chaval de quinto de primaria da ya los contenidos de sexto—, se parece mucho a esa receta en la que insiste la OCDE: enseñanza individualizada.

 

La comarca de A Mariña (Lugo) tiene 143 aldeas abandonadas y más de 230 en riesgo de despoblación

La comarca tiene actualmente 143 aldeas sin habitar, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Esta es una cifra muy alta si se tiene en cuenta el número de habitantes de A Mariña y, además, hay que añadir que hay 232 más en riesgo de desaparición, lo que quiere decir que en cada una de ellas reside solo uno o dos habitantes.

En toda Galicia hay 1.408 núcleos con estas características, representando las de la comarca el 9,94%. Esto se traduce en que A Mariña sufre mayor despoblación que el resto de la autonomía, una situación similar a la del conjunto Lugo, que tiene 611 localidades sin un solo vecino. La provincia lucense es también la que presenta una peor situación de las cuatro.

Respecto a la comarca, con mucha diferencia el concello que cuenta con más aldeas abandonadas es Ourol, con un total 44. La mayoría de ellas se encuentra en el área limítrofe con Viveiro, ya que este municipio es el segundo de la lista con 33 núcleos despoblados. Entres estos dos concellos suman más núcleos sin habitantes que el resto de la comarca, de forma que la parte occidental se ve más afectada por la despoblación, como también se constata con los 14 casos de O Vicedo.

En el resto de municipios de A Mariña las cifras son mucho más bajas, salvo una excepción, O Valadouro, que registra 16 núcleos. Su concello vecino de Alfoz tan solo tiene dos casos de aldeas abandonadas, las de As Campelas y A Rúa. En Foz hay otros dos, O Castro y Trasmonte, y en Xove tres: San Salvador, Pazos, y A Rocha. Cervo cuenta con cinco núcleos sin vecinos, los de Lagas, Aquela Banda, Madanela, Nogueira y Louza; mientras Mondoñedo solo registra dos, Pacio y Vilar.

La zona oriental es la menos afectada de toda A Mariña. Trabada es el que registra más casos, nueve, correspondientes a Lavandeira, Veiga, Foxos, Río Trabada, Granxa, Pontigal, Choza, Pe da Viña y Vilachá. En A Pontenova solo hay dos aldeas deshabitadas, las de Insua y Panturreira, mientras en Ribadeo el número se eleva hasta siete: Ponte, Capela, Pousadoiro, Silveira, Liñeiro, Río de Ramos y Granxa.

Solo hay dos concellos mariñanos que no tienen núcleos despoblados, que son Burela y Riotorto. En el primer caso la explicación es sencilla, ya que el concello burelés conforma una única localidad. Más sorprendentes son los datos de Riotorto, pese a su poca población; y los de Lourenzá, con un solo caso, el de San Fiz.

Peligro

Si la comarca cuenta con un elevado número de aldeas abandonadas, todavía es más preocupante el conjunto de las que cuentan con dos vecinos como máximo, que son un total de 225. En toda Galicia hay cerca de 2.000 núcleos poblaciones en esta circunstancia, por lo que nuevamente la situación de A Mariña es peor que la del resto de la autonomía.

Ourol el concello con más aldeas en peligro de desaparición, 52, y a continuación se sitúan Viveiro y O Valadouro, con 42 casos cada uno. Un número significativo también tienen Trabada (27) O Vicedo (21) y Alfoz (19). El resto de concellos ya reflejan cifras menores: Ribadeo (8), Mondoñedo (6), Lourenzá (5), A Pontenova (5), Barreiros (1), Cervo (1), Foz (1) y Xove (1).

MONDOÑEDO
Un ejemplo de cómo volver a dar vida a un pueblo

El hecho de que un pueblo o una aldea esté sin habitantes no significa que no se puedan hacer cosas para dar la vuelta a la situación. Eso mismo es lo que está haciendo el Concello de Mondoñedo con Vilar, un núcleo que ahora mismo está deshabitado, pero del que hay el objetivo de convertirlo en una referencia del turismo rural. Se trata de un enclave privilegiado, ya que está situado al lado del Camiño de Santiago y enfrente a las Covas do Rei Cintolo, y a tan solo cinco kilómetros de la zona urbana de Mondoñedo.

Trabajos

Pese a las dificultades que supone levantar una aldea casi de cero, respetando además su formación tradicional, la idea es seguir trabajando. Está previsto que se levanten cuatro casas en las que se están acondicionando cinco viviendas. En todo momento se respetó la estructura de cada inmueble y se emplearon materiales tradicionales. El objetivo es relanzar la zona por su valor natural.

 

 

«Nós apostamos pola calidade de vida como reclamo»

Federico Gutiérrez Estoa / Alcalde de Riotorto

Riotorto es el único concello mariñano, junto a Burela, que no cuenta con ninguna localidad sin habitar. Pese a ser un municipio pequeño, Riotorto sí cuenta con bastantes núcleos de población, por lo que son los propios vecinos los que han decidido quedarse.

«Esto é un sitio pequeno, pero o certo é que hai moitos lugares onde hai pouca xente, pero que non están despoboados. En Riotorto debe haber como unhas 30 o 40 aldeas», señala el alcalde Federico Gutiérrez Estoa.

Una de las claves para que Riotorto evitase la despoblación está en la calidad de vida que atesora el municipio mariñano. «Basicamente o que fixemos foi ir dotando de servizos ás zonas rurais, de forma que incrementamos a calidade de vida neses lugares. Esa é a nosa proposta, ó igual que estamos facendo agora co tema do oficio dos ferreiros», explicó Gutiérrez Estoa.

Se da la peculiaridad, además, de que Riotorto ha logrado este hazaña sin contar con ningún solo establecimiento de turismo rural, lo que siempre ayuda a dinamizar una zona, que es lo que ocurre con el resto de concellos mariñanos, en los que este tipo de turismo ha servido como fuente de ingresos y, además, como una forma de asentar población en zonas con pocos habitantes.

«No pudimos impulsar la zona por la deuda acumulada»

Marcial Sanjurjo / Alcalde de Ourol

El concello de Ourol cuenta con una gran extensión de terreno y un gran número de pequeñas aldeas, por lo que no es de extrañar que sea el municipio mariñano con más núcleos deshabitados.

El regidor local, Marcial Sanjurjo, tenía en mente varios proyectos con el objetivo de evitar la despoblación y, a la vez, atraer a nuevos vecinos hasta Ourol. «Lo que pasa es que cuando llegamos al gobierno nos encontramos con una deuda importante que nos impidió y nos impide llevar a cabo estos proyectos. A esto, además, hay que sumarle la crisis económica, que no ayuda en absoluto», indicó Marcial Sanjurjo.

En lugar de ello el Concello ha trabajado para «mantener los puestos de trabajo y a aumentar en la medida de lo posible los servicios disponibles», señaló el alcalde.

Ourol llegó a tener unos 6.000 habitantes, pero actualmente tiene poco más de 2.000. Sin embargo desde los años 90 el concello apenas ha perdido unos 900 habitantes «por lo que lo de la despoblación ya viene de hace muchos años atrás», indicó Sanjurjo. El alcalde confía en que cuando finalice la crisis económica haya familias que decidan regresar a Ourol. «Nos gustaría poder mantener nuestro afán de crecimiento», explicó el alcalde.

Galicia tiene ya 1.408 aldeas abandonadas y otras 2.000 al borde de la desaparición

Lo leemos en el periódico LA OPINIÓN DE CORUÑA, una noticia que pone sobre la mesa las dramáticas cifras de la Despoblación en Galicia.

M. VÁZQUEZ | SANTIAGO La vuelta al rural se ha convertido en una opción atractiva y barata para familias asfixiadas por el paro, la crisis y el elevado coste de vivir en una gran urbe. Pero a pesar de esta aparente reconciliación con el campo y la vida rural, la Galicia interior y algunas zonas de la costa siguen perdiendo población. Centenares de aldeas abandonadas se reparten por la geografía gallega, un fenómeno del que apenas se salvan ya 111 concellos. Pero la mayor amenaza no son los 1.408 núcleos deshabitados que, según los últimos datos del INE, existen en Galicia, sino los 2.052 que sobreviven con uno o dos habitantes. En total, 3.460 pueblos están abandonados o a punto de morir, una cifra muy importante incluso para una comunidad que aglutina a más de la mitad de los núcleos de población del país. Y es que una de cada diez poblaciones gallegas ha sucumbido ya al abandono o está a punto de hacerlo.

Lugo, con 611 aldeas abandonadas, es la provincia más afectada. De hecho, en un solo año sumó otras 20 aldeas vacías y apenas seis de sus 67 municipios (Burela, Meira, Pedrafita, Rábade, Riotorto y Triacastela) conservan todavía habitados todos sus núcleos.

Pero la despoblación hace tiempo que no se ceba solo con la Galicia interior. A Coruña concentra otros 540 núcleos vacíos y los dos concellos con más aldeas deshabitadas: Ortigueira, con 104,y As Pontes, con 75. Pese a todo y tras años sumando nuevas aldeas a la lista de abandonos, los últimos datos del INE revelan un cambio de tendencia en la provincia, ya que a 1 de enero de 2011 se contabilizaron 19 núcleos vacíos menos que un año antes. La explicación hay que buscarla en Narón, un concello en el que, según el nomenclátor de 2010, había 30 pueblos sin habitantes pero que, tras la revisión de 2011, aparece con solo cuatro. María José Yáñez, responsable municipal de Estadística, atribuye el dato a que Narón está inmerso en una revisión de la demarcación municipal y además está adaptando los nombres de sus núcleos a la normativa de toponimia, dos procesos que explicarían la desaparición de estas aldeas.

En cuanto a Ourense, es la provincia que mejor resiste el abandono, con 122 aldeas vacías, cuatro más que en 2010. De hecho, es la única en la que los municipios con todos sus núcleos ocupados (51) superan a los que han perdido al menos una entidad (41). Y en Pontevedra, tras siete años sin cambios en su relación de aldeas vacías, el abandono se ha acelerado y solo desde 2008 una quincena de pueblos se han unido a la lista (tres de ellos en 2010) pasando de los 120 que había entonces, a los 135 actuales. A pesar de este panorama, lo cierto es que las 1.408 entidades gallegas que no tienen ningún habitante solo son siete más que las que había a principios de 2010 debido a una moda cada vez más popular: la repoblación de pueblos vacíos. Y es que en el año analizado, 75 núcleos perdieron a su último habitante pero otros 68 que a principios de 2010 constaban como abandonados ya no lo están. Una revitalización clave para evitar la desaparición de más pueblos.

Si la crisis ha hecho que comprarse un piso ya no esté al alcance de cualquiera, adquirir una aldea puede resultar, paradójicamente, mucho más asequible. Pueblos enteros en el interior de la comunidad pero también en zonas de costa se venden por menos de lo que costaría una hipoteca media en cualquier ciudad. Páginas como www.aldeasabandonadas.com ofrecen un extenso abanico de aldeas, compuestas por solo dos construcciones y una pequeña franja de terreno o conjuntos de seis o siete viviendas con finca. De la veintena de núcleos que vende esta web en Galicia el más barato cuesta 55.000 euros aunque en algún caso se ofrece también la opción de comprar una sola casa, por 15.000 euros o menos. Muchas de estas gangas, con todo, tienen truco. Y es que en los pueblos fantasma de Galicia hay casas intactas pero también otras que llevan décadas abandonadas y solo conservan parte de la estructura, lo que dispara los costes. En el caso de la aldea de Ferreira, en Lugo, lo que encarece es el tamaño. El conjunto a la venta, compuesto por cinco casas, cuatro edificios con cuatro viviendas cada uno, iglesia y hasta un parque infantil, se oferta por 600.000 euros como un emplazamiento "ideal para una ecoaldea para 21 familias".

En plena crisis inmobiliaria estas ofertas se han hecho un hueco en el mercado y son cada vez más los inversores, sobre todo extranjeros, interesados. Desde aldeasabandonadas.com apuntan que debido a la crisis ha cambiado el perfil de comprador, antes interesados en rehabilitar con fines turísticos y ahora, particulares con recursos que buscan un lugar tranquilo como segunda residencia o incluso como vivienda habitual. En su día la Xunta de Fraga también se planteó el problema de los pueblos abandonados como una oportunidad de negocio y buscó inversores dispuestos a apoyar proyectos para devolver la vida a estos núcleos. La iniciativa no cuajó pero hoy gracias 

Despoblación en las comarcas de Galicia

Leemos en la edición digital de la Voz de Galicia, noticias desalentadoras, sobre los efectos del abandono del medio rural en aquella Comunidad. El último censo así lo revela, la despoblación prosigue su andadura. 

Las cifras de población hechas públicas por el Instituto Nacional de Estadística muestran un panorama desolador en numerosas entidades poblacionales de la zona, que dejaron paso de los vecinos que los ocupaban antaño a una despoblación absoluta. A 1 de enero del 2011, las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes contabilizaban un total de 29 aldeas en esta situación. El municipio más afectado de todos es Silleda, donde hasta ocho aldeas carecen de vecinos. Es el caso de A Braña, en la parroquia de Santa Baia de Cira; idéntica situación se produce en Segade, en Santa María de Cortegada, que sí tenía vecinos en el 2001; Marín, en Fiestras, lleva más de una década sin vecinos; la misma situación se produce en Crestelle, en San Tirso de Manduas, pero desde hace menos tiempo. Tampoco hay vecinos en Freixeiro, Cartimil, Outeiro y Reigosa, aldeas todas ellas del municipio de Silleda.

 

Seis en A Estrada

A continuación se sitúa el municipio de A Estrada, donde son seis las aldeas deshabitadas: se trata de A Calzada, O Coto, Ouzamerxe, O Pinal, Os Muros y Cruxeira. Por lo que hace referencia a Lalín, se trata de cuatro lugares: Vilela, en la parroquia de Anseán; Agrazán, que pertenece a Anzo; Piñoi, en Vilatuxe; y Corbillón.

El municipio de Rodeiro contabiliza un total de cinco aldeas que se han quedado sin ningún vecino en los últimos años: se trata de Remesar, Devesa ?en dos casos, en Rodeiro y en Río, según el INE?, Vila do Fondo y el lugar de San Xoán de Camba, en la parroquia del mismo nombre. En el caso de Forcarei aparecen los lugares de Pereira ?en la parroquia del mismo nombre? y Moscovide sin ningún habitante en la estadística oficial, mientras en Agolada figura Cendoi, en la parroquia de Artoño.

Por su parte, en Vila de Cruces son dos los lugares donde no queda ningún vecino: se trata de Silvares, en Santa María de Merza, y Barrio.

El despoblamiento de lugares crece: en el 2001, ambas comarcas contabilizaban 21 aldeas sin ningún vecino, frente a los 29 del pasado año. Salieron de la lista de lugares sin vecinos Espiñeiro (Cruces), Vilanova (A Estrada) y Casas Novas (Agolada).

 

Ciudades Fantasma en Rusia

Ciudades Fantasma en Rusia

La despoblación es uno de los grandes problemas que afectan a Rusia. Dejamos aquí este artículo de La INformación

 

A pocos kilómetros de la pequeña aldea rusa de Molodoshkovo el camino de tierra termina en un sendero lodoso. A pesar de que sólo tiene cuatro habitantes – de los cuales tres son mayores de 75 años, hay 11 casas y los restos de varias más.

Desde Portugal a Japón, el estancamiento demográfico es una historia conocida de los países desarrollados, pero la despoblación rural implacable es particularmente aguda en Rusia. La región de Pskov, donde se encuadra Molodoshkovo, es una de las zonas más afectadas.

De acuerdo con datos preliminares del censo de 2010 del país, la población de Pskov se redujo en casi un millón de almas en los últimos ocho años, una caída del 11,5 por ciento. En conjunto, la población del país sólo cayó un 1,6 por ciento.

En una lista de 83 regiones de Rusia clasificadas según la pérdida demográfica, Pskov ocupa el tercer lugar detrás de Magadan, ex centro de los campos de trabajo forzado de la Unión Soviética, en el extremo noreste del país, y de la república de Ingusetia, en el Cáucaso norte, arruinada por décadas de violencia.

Pskov, en cambio, está en la frontera de Rusia con la UE.

A diferencia de Magadan o Ingusetia, Pskov es territorio ruso desde hace mucho tiempo. La capital regional, también llamada Pskov, fue fundada en el año 903 y es la cuna de exquisitos frescos bizantinos. Y también allí, el último zar de Rusia firmó su abdicación en 1917.

En un guiño no sólo hacia su posición geográfica, sino también a su larga historia, el departamento regional de turismo ha creado un lema que se plasma en los autobuses de la ciudad: “Región de Pskov: Rusia empieza aquí”.

Apenas hay transporte público que pase a través de Molodoshkovo, que está conectado al centro del distrito, una ciudad a 21 kilómetros, mediante un autobús que pasa una vez al mes. Pero el pueblo no siempre estuvo medio desierto. Una fotografía tomada a principios del siglo 20 – cuando el zar era Nicolás II y Lenin estaban garabateando tratados de democracia social en una buhardilla de Londres, retrata un día festivo en Molodoshkovo. Hay más de 16 personas en la imagen, jóvenes, viejos o incluso una casa de dos pisos al fondo.

Hoy en día, las siete casas abandonadas del pueblo han sido saqueadas en búsqueda de cualquier objeto de valor. Fotos rotas, frascos vacíos y viejas herramientas de granja se encuentran ubicados entre la basura dispersa en sus pisos, mientras que la brisa hace ondear sucias cortinas blancas.

La Segunda Guerra Mundial asestó el primer golpe a la población de esta parte de Rusia. De los 1,5 millones de personas que vivían en la región antes de la guerra, sólo quedaron 500.000 cuando los nazis se retiraron hacia Alemania en 1944. Pskov fue la última ciudad soviética en ser liberada de la ocupación nazi.

Sin embargo, la despoblación de Rusia en su conjunto comenzó en serio durante la desintegración del comunismo en 1992. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, morían más personas que las que nacían. Desde entonces, numerosos factores han conducido a un rápido descenso en la población rural. La preponderancia de enfermedades crónicas, la pobreza (23 millones de rusos viven con menos de 231 dólares al mes), los altos índices de violencia y el abuso de alcohol y el tabaco hacen subir las tasas de mortalidad, mientras que las tasas de natalidad siguen siendo bajas. La esperanza de vida de los hombres rusos es 61,8 años, frente a los 74,2 años de las mujeres.

En las zonas rurales la implosión de la economía planificada soviética en la década de 1990 provocó el colapso del sistema agrícola del que la gente dependía para vivir y provocó que la migración interna hacia las ciudades fuera cada vez más fácil y deseable. El cierre de escuelas y otros servicios públicos ha acelerado el flujo de salida.

Una fuente cercana al gobernador de Pskov, que pidió el anonimato para hablar libremente, dijo que esta situación era más o menos típica en Rusia, ya que, mientras la Unión Soviética podía obligar a la gente a trabajar en determinados lugares, la Rusia moderna no puede hacer eso.

“Por supuesto que es malo que haya tierra y no haya habitantes”, dice. “Pero se puede decir que la agricultura se está cayendo a pedazos, o también se puede decir que la gente no quiere trabajar en la agricultura”.

“A la gente le gusta vivir de una forma moderna”, sentarse frente al ordenador, ir al supermercado, recibir un salario y divertirse con él. “No están interesados en el trabajo físico”. “No se está muriendo [la región de Pskov] porque todo sea terrible, sino porque la hierba es más verde en el campo del vecino”.

Las ex glorias agrícolas son visibles en Vyazi, un pueblo cerca de Molodoshkovo, donde las torres oxidadas de grano permanecen junto a un gran tablón de anuncios, vacío, de una antigua granja colectiva. Está etiquetado con “nuestros logros”.

Nina Antonovna vive en Baranovo, a pocos kilómetros de Molodoshkovo. Dice que Baranovo – con una población actual de tres adultos y media docena de cabras, era más típico del declive de la región que Molodoshkovo.

 

Pueblos que se quedan sin vecinos en Málaga

Leemos en la edición digital de MALAGA HOY una noticia que sorprende, por cuanto que habla de una realidad sobre la despoblación andaluza, que dista mucho de la que se vive en otras autonomías, y en concreto en los casos aragoneses, con municipios minúsculos. 

 

La despoblación sigue siendo uno de los graves problemas que sufren numerosos municipios de la Serranía de Ronda. Muchos de ellos no alcanzan los 1.000 habitantes y seis, Alpandeire, Atajate, Benadalid, Cartajima, Faraján y Júzcar, no alcanzan los 300 habitantes. Especialmente llamativo es el caso de Atajate que, con unos 170 habitantes en su censo, es uno de los municipios más pequeños de Andalucía. Además, su tamaño sería mucho menor si atendemos a las personas que realmente viven de forma permanente en sus casas. "Aquí no somos más de 100 personas", decía una vecina que lleva ya 50 años viviendo en esta pequeña localidad, que reconoce que en algunos momentos la vida es un poco monótona pero que no piensa cambiar de lugar de residencia.

A pesar de todo, durante los meses de verano se anima un poco el ambiente en las calles cuando llegan algunas familias que tuvieron que emigrar de estos pueblos para buscar trabajo durante los peores años de la dictadura franquista. "Ahora ha venido una tía mía y otra familia de Murcia", comenta Julio, uno de los vecinos más jóvenes de Atajate que ha optado por quedarse a vivir en su pueblo. "Aquí estoy tranquilo y Ronda está muy cerca, el único tema es tener coche", dice mientras se prepara para ir a la ciudad del Tajo a realizar la compra semanal. Unos 20 minutos de camino le esperan hasta llegar a la cabecera de la comarca. No obstante, será en el mes de agosto cuando más emigrantes vuelven al que fue su pueblo. "Muchos ahora ya solo vienen para la Feria", explica este vecino.

Mientras tanto, a pesar de aumentar durante unos meses la actividad en estas localidades, pasear por sus calles se convierte en la mayoría de los casos en un andar solitario. Únicamente el movimiento en algunas de las persianas o cortinas que cubren la gran mayoría de las puertas descubre la presencia de vecinos. Las sillas vacías en la calle, a la espera de que lleguen sus propietarios con la llegada de la tarde y el fresco de la sierra, es otro de los elementos que demuestran que no estamos en un pueblo fantasma. Tal es la tranquilidad que descubrir el jaleo de un grupo de chavales jugando al fútbol llega a sorprender.

Eso sí, la mayoría de los habitantes de estos pequeños pueblos lo tienen claro. "Yo estoy muy bien aquí, no tengo pensado irme", afirma rotunda otra joven vecina de Benadalid. Sus palabras son ratificadas casi de forma inmediata por su tía, que en estos meses de verano ha regresado desde Barcelona, ciudad a la que se marchó con 20 años. "Aquí se está muy tranquilo, todos los vecinos son muy buenos", dice, aunque reconoce que ya le cuesta adaptarse a la vida de esta pequeña localidad de poco más de 200 habitantes. "En verano lo llevo bien, pero en invierno no puedo, porque aquí no se ve a nadie por la calle", relata.

Otros siguen amando la forma de vida en estos pueblos, donde el tiempo no suele ser un problema para la mayoría de los vecinos, muchos de ellos ya jubilados. "Dónde se puede salir de la casa y tener el huerto en la puerta para preparar la comida con verduras frescas", explica otra vecina de Atajate mientras su marido, Antonio Carrasco, riega el pequeño huerto que tienen a las espaldas de su casa. Calabazas, tomates, pimientos, cebollas…, todo natural y cultivado por ellos mismos.

Mientras tanto, la grave crisis económica, aunque pueda parecer increíble y sin quererlo, ha dejado un aspecto positivo en estas pequeñas localidades que están muy faltas de parejas jóvenes. "Ahora se casan y se quedan en el pueblo, porque no tienen otro sitio para irse", explica una vecina de Benadalid. Y es que aquí la familia y la ayuda entre los vecinos siguen teniendo un papel muy importante. La construcción en la costa prácticamente está parada, y ese era el destino de la mayoría de estos jóvenes que buscaban un futuro prometedor y bien remunerado fuera del ámbito local.

La vida casi familiar en estos pequeños pueblos también tiene sus inconvenientes, y es que los pocos comercios que subsisten lo hacen a duras penas, como reconoce Josefa Tellez, que a sus 78 años de edad pasa horas sentada en la silla de anea de su tienda esperando "que llegue algún niño por un caramelo". Mientras tanto hace ganchillo para hacer más llevadera la espera. A pesar de las dificultades su tienda subsiste, y es que tiene la única panadería del pueblo, que todavía utiliza leña para calentar su horno. Ahora es su nieto el que se encarga de esa tarea. Es uno de los pocos jóvenes del municipio. A pocos metros está cerrado el local de la otra tienda de ultramarinos que durante unos años abrió sus puertas.

Pero sus pocos habitantes y el pequeño tamaño también tienen un atractivo especial. Sobre todo entre los foráneos, que tienen estos pueblos blancos de la Serranía rondeña como uno de los destinos preferidos para el descanso en alojamientos rurales. Y es que los fines de semana el bullicio lo provocan los visitantes, que buscan alguna de estas casas o los muchos restaurantes tradicionales que existen. Atajate, por ejemplo, a pesar de su minúsculo tamaño reúne hasta tres de ellos. No es el único caso, la mayoría de estos municipios cuentan con numerosas casas rurales de alquiler y restaurantes, que se han convertido en un modo de vida para algunos de sus vecinos.

A pesar de todo, la pervivencia de estos pueblos sigue siendo una incógnita para muchos de sus propios vecinos, aunque muchos de ellos lo tienen claro. "Siempre quedará alguien que viva aquí", pone de manifiesto María, vecina de Atajate.

EL MILAGRO DE CARRACILLO

Leemos en la edición digital de EL MUNDO lo siguiente

 

Son una isla de prosperidad sin mar a la vista, pero con mucho agua. El Carracillo es la comarca más rica de Segovia y de las más avanzadas de la Comunidad en cuanto a agricultura innovadora.

No hay paro. Con 20.000 personas, no sufre la despoblación de otros pueblos de Castilla y León y sirven al mercado nacional y extranjero los mejores productos de la huerta.

Doce pueblos constituyen esta isla que, en medio siglo, ha pasado de ser la zona más pobre de Segovia a la comarca más próspera.

"Los regadíos obraron el milagro". Sus cifras de ventas, en crecimiento constante, despiertan las envidias de cualquier territorio. En 2010: 100 millones de euros, mitad y mitad entre venta directa y producto transformado. El Carracillo no deja de innovar y en los últimos entre 5 y 7 años se ha producido un empuje de transformación agraria importantísimo. En todos los pueblos hay por lo menos una planta de transformación.

La revolución consistió en hallar el cultivo apropiado para una tierra que fue nefasta siempre para el cereal. Regadío se llama la fórmula con la que llegó la innovación agraria. De los primeros cultivos de regadío de los años 50, consistentes en achicoria, se ha pasado a la huerta más selecta. Luego la innovación agraria de la huerta sumó a la zanahoria y la patata y la remolacha, el puerro, la remolacha roja y la endivia. Hace cinco años la lechuga y así hasta hoy. 7.600 hectáreas suma el Carracillo que riega regularmente 3.500. Cuando el nuevo plan de regadío se ponga en marcha, el agua alcanzará a regar 

Aragón es la cuarta comunidad que más habitantes pierde en España

Leemos unas informaciones muy interesantes en diversos medios a propósito del último padrón, que entre otros ubican a Aragón como una de las comunidades que ha perdido población en el último año. Medios gallegos hablan de Crac Demográfico, otros se detienen en el descenso del número de emigrantes, como PUBLICO

Dejamos la noticia de EL PERIODICO DE ARAGÓN en esta bitácora

 

Aragón es la cuarta comunidad autónoma que más habitantes pierde en España respecto al año pasado, en términos absolutos, con 1.963 personas menos en el padrón, un 0,1% de bajada. Son datos provisionales con fecha de 1 de enero que hizo públicos ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este ránking negativo lo encabeza Castilla y León, que pierde 3.773, seguida de Galicia (3.137) y el Principado de Asturias, con 2.993 habitantes menos.

Esta tendencia contradice la media española, ya que el país ha aumentado un 0,3% su población, situándose en 47.150.819 habitantes. Este crecimiento ha estado liderado por Andalucía, con 44.515 personas más, Cataluña (22.870) y Madrid (22.830). Destaca el crecimiento del número de españoles empadronados, con un crecimiento del 0,4% --146.855 personas-- que contrarresta el descenso de extranjeros en el padrón, un 0,3%, 17.067 menos. Esto sí está acorde con las estadísticas aragonesas, ya que se registran 2.665 inmigrantes menos, para un tal de 170.421.

En total, Aragón cuenta en el 2011 con 1.222.144 habitantes --por 1.2224.779 en el 2010--. De ellos, 972.394 están empadronados en la provincia de Zaragoza, 228.203 en Huesca y 144.535 en Teruel. Todas las provincias pierden habitantes respecto al año pasado. También los pierden atendiendo a los nacidos en Aragón, que bajan de 970.680 el año pasado a los 970.421 que se contabilizan actualmente.

 

PROVINCIAS En cuanto a la inmigración, Zaragoza cuenta hoy con 125.191 extranjeros empadronados, Huesca con 27.718 y Teruel con 17.512. Por nacionalidades, se da un descenso general, excepto entre los rumanos. Entre los grandes colectivos descienden los ecuatorianos, con 9.191 representantes actualmente (10.795 el año pasado), los colombianos (7.028) y los suramericanos en general. También los chinos, que pese a la tendencia creciente a nivel nacional aquí bajan de 4.595 a 4.541. El único gran colectivo que crece, como en España, es el de los rumanos, que suman 886 para un total de 65.432 censados.

 

CENSO ELECTORAL Por otro lado, la Oficina del Censo Electoral, dependiente del INE, alertó ayer de que ha detectado un "incremento de residentes significativo y no justificado" en los seis meses anteriores a la convocatoria de las elecciones. Estas incidencias han sido detectadas en 241 pequeños municipios de España; en Aragón, afectan a ocho localidades de Teruel: Aguaviva, Alobras, Blesa, Frías de Albarracín, Jabaloyas, Samper de Calanda, Terriente y Tormón, según informó EFE.

Según el INE, ninguno de estos ayuntamientos ha respondido a los requerimientos de la Oficina, pero desde los consistorios aseguraban que esto es inexacto. Así, en Aguaviva explicaban que "es un error subsanado, pero lo han comunicado cuando aún había plazo para arreglarlo. Aquí hubo seis empadronamientos por la residencia de ancianos". En Blesa, según explicaba su alcaldesa, Mª Ángeles Cólera, sí han contestado los requerimientos, "pero el procedimiento de dar de baja de oficio a tres de los vecinos que no residen se solapa con el plazo dado por el INE". En Frías también lo están tramitando, y justifican el pequeño aumento (cinco personas en seis meses) por "el coto de caza y la futura planta de Biomasa, se empadronan para trabajar". En Jabaloyas el asunto está "en manos del secretario", pero solo tienen dos empadronados por motivos desconocidos, los demás están justificados. En Tormón, por su parte, los "tres o cuatro" empadronamientos responden a "jubilados que vuelven a vivir al pueblo".

 

DESPOBLACIÓN Y ENVEJECIMIENTO PROVOCAN EL AUMENTO DE LOS INCENDIOS EN LA RAYA

 

Leemos en la edición digital de ABC la siguiente noticia:

La despoblación y el envejecimiento han provocado un aumento en los incendios forestales en la frontera con Portugal, según una tesis realizada por el investigador de la Universidad de Extremadura (UEx) Francisco Javier Jaraíz Cabanillas.

En este estudio, se ha analizado la repercusión de los cambios demográficos, económicos y de infraestructuras sobre las coberturas y usos del suelo de Extremadura, Alentejo y Región Centro, ha informado la UEx en un comunicado.

En él, se pone de manifiesto que las variaciones en las estructuras demográficas y en la actividad económica han provocado rápidos cambios territoriales en la Raya Central Ibérica, surgidos sobre todo a raíz de la concentración de la población en las ciudades y el abandono del medio rural.

El estudio incide además en la repercusión que estos cambios han originado en los usos del suelo y concluye que la despoblación y el envejecimiento suscitan alteraciones en el suelo, sobre todo en las superficies más deprimidas, con el aumento de los incendios forestales y un mayor índice de erosión.

No obstante, la investigación señala que otras modificaciones en las coberturas y los usos del suelo producen una alteración positiva de la biodiversidad.

Así, la construcción de embalses, la ampliación de las superficies de regadío y de los sistemas agroforestales han favorecido que la biodiversidad del área de estudio se multiplique.

En cuanto a las modificaciones en la calidad de vida, el estudio avala que los cambios en las coberturas y uso han servido para mejorarla.

Diagnosticar los problemas que padecen las tres regiones transfronterizas implicadas en la investigación, Extremadura, Alentejo y Región Centro, aportarán el conocimiento suficiente sobre las debilidades del entorno para aplicar una correcta política social, económica y ambiental.

Para el estudio se han empleado técnicas de análisis de datos como las basadas en redes neuronales o imágenes por satélite que han generado una cartografía temática con los resultados. EFE.

 

La despoblación, principal problema en el medio rural de Castilla y León

Leemos una información sobre el barómetro de Castilla y León, que ubica a la Despoblación como el principal problema para las gentes del medio rural.

Es al menos lo que demuestran los resultados del barómetro elaborado por la Fundación Perspectivas, sobre el medio rural y la agricultura en la comunidad.

- Tabanera

La despoblación es el principal problema para los habitantes del medio rural por delante del desempleo. Es una de las conclusiones que presenta el barómetro de la Fundación Perspectivas realizado sobre una encuesta de más de 3.000 entrevistas.

La mayoría de la población considera que el medio rural está "en dificultades en estos momentos", creen que el paro, las infraestructuras y el déficit en la dotación de servicios públicos.

No es nuevo, pero según ha destacado el presidente de la Fundación Perspectivas, Francisco Ramos, en declaraciones a AGROCOPE, "el estudio no plantea propuestas de políticas públicas pero sí el perfil de las políticas de apoyo rural".

También creen que el fundamento de las ayudas "ha de estar ligado a la preservación medioambiental del campo y al apoyo a los jóvenes agricultores, más impulso y más visibilidad a los programas de desarrollo rural".

Una Galicia rural en venta

Leemos en la edición digital de El Correo Gallego la siguiente información a cerca de la realidad del medio rural en Galicia

 

DESPOBLACIÓN Con una población mayor de 65 años que domina más de la cuarta parte del censo, un índice de natalidad a la cola del territorio estatal y 0,98 hijos por mujer en edad fértil, la demografía gallega avanza imparable hacia mayores cotas de envejecimiento. Más de un millar de núcleos rurales abandonados son fiel reflejo de una Galicia envejecida, víctima de su dispersión y desbordada a la hora de garantizar servicios capaces de fijar población. Con aldeas enteras en venta a través de portales inmobiliarios por un lado, y una población que decrece a paso firme, el retrato de la comunidad es nítido y la necesidad de un revulsivo patente.

En lo que representa un indicador más entre tantos, los electores gallegos elegirán en los próximos comicios municipales 34 concejales menos, fruto de la disminución del censo de población. En las dos últimas décadas, la cifra de ediles perdidos se aproxima a los doscientos.

En marzo del pasado año, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, apostaba por frenar esta tendencia y "engrosar a pirámide poboacional pola súa base", recogiendo la revitalización de Galicia como uno de los objetivos estratégicos del Plan Actuación Social 2010-2013. Junto al refuerzo de la red de escuelas infantiles, el Gobierno gallego apuntaba la posibilidad de trabajar en una fiscalidad incentivadora de los nacimientos. Las medidas, los datos son tozudos, son necesarios. Y urgentes.

 

El espíritu del Fuero contra la despoblación

Leemos en la Edición Digital de El Norte de Castilla, la siguiente información que alude a un hecho histórico que se conmemora en Brañosera, y que mantiene toda su vigencia en la actualidad.

 

 

El XVII Acto de Exaltación del Fuero de Brañosera puso ayer de manifiesto la necesidad de recuperar el espíritu que dio origen al primer ayuntamiento de España para repoblar el medio rural español ante el peligro de despoblación al que están sometidos muchos municipios. De la misma forma que en los siglos VI y VII la repoblación de las tierras de Castilla llevó a los cristianos desplazados en el norte de la Península Ibérica a reconquistar los territorios ocupados por los musulmanes, lo que dio origen al fuero como forma de autogobierno de sus habitantes, Brañosera invitó ayer a los ciudadanos a plantear la repoblación del medio rural como medio de sostener el actual modelo social y económico. El alcalde de Brañosera, Jesús Mediavilla, realizó ayer un llamamiento para «poner en valor la gran cantidad de recursos que tiene el medio rural a disposición del ciudadano, con el objetivo final de la recuperación económica que llevamos esperando casi cuarenta años», afirmó.
Mediavilla propuso además, para lograr este propósito, «la implicación de todos y cada uno de los habitantes de los pueblos en las celebraciones», y puso como ejemplo el propio Acto de Exaltación del Fuero de Brañosera, que especialmente este año ha optado por hacer partícipes a los vecinos, con iniciativas como la de vestirse de época. Además, por primera vez esta celebración contó con un encuentro de oficios tradicionales, que permitió recuperar por un día el ambiente de la Brañosera medieval, además de acercar a los más jóvenes al estilo de vida de los años más prósperos de la villa.
El consistorio anfitrión y los invitados apostaron también por el municipalismo. El más expresivo de todos fue Julián Aguilar, alcalde de Salinas de Pisuerga, quien pidió menos rigidez a las administraciones a la hora de aplicar la Constitución. «Hay que aflojar un punto para que las estrecheces no lleven a los cuatro millones de españoles que viven en el medio rural a emigrar a la ciudad», añadió. También Javier Adán, presidente de la Asociación de Amigos El Fuero de Brañosera, reivindicó la importante de las administraciones locales, «ya que ofrecen al ciudadano l mayor parte de los servicios que necesita», por lo que mostró su esperanza de que «los ayuntamientos sean los protagonistas de la evolución de la estructura administrativa». El Acto de Exaltación del Fuero de Brañosera se dedicó este año al Camino de Santiago, al ser Año Santo Compostelano, y coincidir con el origen histórico de ambos acontecimientos, en el año 824.
Manuel Fuentes, comisario de los caminos a Santiago en Castilla y León, consideró la unión de ambas celebraciones como «muy acertada, porque los ayuntamientos hacen posible día a día la atención al peregrino, sin ellos el Camino de Santiago perdería vitalidad», indicó. Fuentes reivindicó la importancia de las rutas no históricas del Camino de Santiago, como la de Besaya, que une Santander y Carrión, en el camino francés, a través de Brañosera.

 

Dinópolis, sello de calidad

Dinópolis, sello de calidad

Dejamos aquí el artículo publicado ayer en Heraldo de Aragón, a propósito de los trabajos que realiza Dinópolis, que son un modelo de desarrollo del ámbito rural.

El desarrollo rural y la vertebración de algunos territorios, pasa por la puesta en marcha de proyectos que definan una nueva forma de entender y de gestionar el medio. La apuesta por integrar el desarrollo de municipios rurales, generar un polo de atracción en un entorno urbano, y hacerlo a partir de la investigación y de la puesta en valor del patrimonio paleontológico es una realidad en nuestra provincia. El proyecto Fundación Conjunto Paleontológico y Dinópolis así lo atestiguan.  Su presencia en la provincia a través de los Satélites permite diversificar la oferta turística y cultural, conjugando lo didáctico y lo lúdico, además de generar empleo. Del mismo modo, el hecho de contar con un magnífico equipo de profesionales, ha convertido al proyecto en un referente a escala internacional, como así lo atestiguan la relevancia que adquieren sus trabajos y el interés que despiertan sus convocatorias.

La Fundación Conjunto Paleontológico es en una herramienta al servicio del desarrollo de Teruel. Sus campañas de excavación, sus inventarios de puntos de interés geológico, sus propuestas didácticas a través de las actividades en los colegios, o su colaboración con entidades como el Geoparque del Maestrazgo, así lo atestiguan.

Dinópolis es uno de nuestros sellos de calidad, un hecho diferencial como concepto y modelo de desarrollo, deberíamos valorar y  potenciar en su justa medida.

 

 

Ángel Hernández Sesé

 

Gerente del Parque Cultural del Maestrazgo