La falta de trabajo provoca un "efecto llamada" hacia el campo
Leemos en Heraldo de Aragón un interesante artículo de Javier Luis Velasco, a cerca de la tendencia al retorno al medio rural que ha provocado la falta de empleo en las ciudades.
Unos lo hacen por devoción; otros, por obligación. El caso es que, por uno u otro motivo, las organizaciones agrarias y las asociaciones que luchan contra la despoblación han notado en los últimos meses un notable incremento de las personas que, un buen día, deciden dejar la ciudad para volver al pueblo.
Esta tendencia ha venido acompañada por otra, esta sí, directamente relacionada con la mala situación de la economía y del empleo. Cada día son más los aragoneses que entran -vuelven, en muchos casos- a trabajar al campo, según observan los sindicatos. El caso más frecuente no es el del que decide montar una explotación agrícola o ganadera -en 2008 se perdieron 19 puestos diarios en Aragón, de los cuales dos eran autónomos que tenían sus propios negocios-. Lo más corriente es que alguien, procedente de la construcción o de la industria, se ve obligado a volver a hacer trabajos que hace unos meses eran demandados casi exclusivamente por inmigrantes.
Aunque todos destacan que, como en el resto de sectores, en el campo también cuecen habas, sí que observan que se está produciendo un "efecto llamada", como señala José Manuel Roche, delegado de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). "Ahora, con la poda, está viniendo mucha mano de obra nacional, de gente que se ha quedado en el paro. Creemos que en unos meses, con la recogida, habrá un porcentaje muy alto de trabajadores aragoneses", augura Roche.
"Desde octubre, con la siembra de cereales, se ha empezado a ver que te vienen muchos españoles a los que se les está acabando el paro", ratifica Rafael Escanero, presidente de la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Araga). Por este motivo, los cupos de inmigrantes que esta asociación pide cada año al Ministerio de Trabajo para que lleguen a Aragón trabajadores de fuera serán muy pequeños, si es que se piden. "Este año no hará falta ni ir al INEM a buscar trabajadores. Se te ofrecen directamente", observa el presidente de Araga.
Esta tendencia ha venido acompañada por otra, esta sí, directamente relacionada con la mala situación de la economía y del empleo. Cada día son más los aragoneses que entran -vuelven, en muchos casos- a trabajar al campo, según observan los sindicatos. El caso más frecuente no es el del que decide montar una explotación agrícola o ganadera -en 2008 se perdieron 19 puestos diarios en Aragón, de los cuales dos eran autónomos que tenían sus propios negocios-. Lo más corriente es que alguien, procedente de la construcción o de la industria, se ve obligado a volver a hacer trabajos que hace unos meses eran demandados casi exclusivamente por inmigrantes.
Aunque todos destacan que, como en el resto de sectores, en el campo también cuecen habas, sí que observan que se está produciendo un "efecto llamada", como señala José Manuel Roche, delegado de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). "Ahora, con la poda, está viniendo mucha mano de obra nacional, de gente que se ha quedado en el paro. Creemos que en unos meses, con la recogida, habrá un porcentaje muy alto de trabajadores aragoneses", augura Roche.
"Desde octubre, con la siembra de cereales, se ha empezado a ver que te vienen muchos españoles a los que se les está acabando el paro", ratifica Rafael Escanero, presidente de la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Araga). Por este motivo, los cupos de inmigrantes que esta asociación pide cada año al Ministerio de Trabajo para que lleguen a Aragón trabajadores de fuera serán muy pequeños, si es que se piden. "Este año no hará falta ni ir al INEM a buscar trabajadores. Se te ofrecen directamente", observa el presidente de Araga.
Las zonas rurales han sido la vía de escape que muchos han buscado para tratar de dar esquinazo a la crisis. Cada vez se observan más casos de familias que, ahogadas por las hipotecas y los gastos de la ciudad, se ofrecen para buscar trabajo y nueva vida en el campo. Una muestra son los anuncios clasificados, donde cada día se ven más personas que se 'venden' como pastores.
'Abraza la tierra', proyecto nacional para preparar la llegada de nuevos habitantes a las zonas rurales, observa que en los últimos meses han aumentado "notablemente" las consultas de gente que se interesa por abrir proyectos en zonas despobladas. "Hay muchos jóvenes que creen que tiene más posibilidades de mejorar en el campo que en la ciudad. La gente está volviendo", refleja Rafael Escanero. El presidente de Araga es "muy optimista" al respecto, y cree que "el desafío de este nuevo siglo va a ser la alimentación, por lo que habrá que volver a la tierra".
Candidatos a repoblar estas zonas hay. Luis Bricio, presidente de la Asociación de Municipios contra la Despoblación, observa que hace unos meses llegaban "dos o tres solicitudes al día". "Ahora llegan veinte diarias, y no solo de extranjeros como antes, la mayoría son de españoles que se quedaron sin trabajo y que se les va a acabar el paro", cuenta.
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Jordan 11 -