75 concellos han perdido la mitad de su censo en los últimos 40 años
Tras un periodo de inactividad forzada, retomamos el blog y el pulso a las noticias sobre la Despoblación. Hemos leído este artículo en El Correo Gallego.
El progresivo envejecimiento de la población gallega, la emigración al extranjero o a otras comunidades autónomas, el éxodo del rural a las ciudades y la brusca caída de la natalidad son las principales causas de que el interior de Galicia se esté quedando sin gente. Los datos indican que el último año no fue una excepción, toda vez que el 70% de los concellos redujo su padrón en comparación con 2008. Pero la situación en algunos municipios es alarmante. De hecho, 75 ayuntamientos gallegos han perdido desde 1970 más de la mitad de su población, con las terribles consecuencias que esto conlleva.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) son demoledoras. Cruzando los datos del censo de 1970 -el último que se realizó antes de la llegada de la democracia- con el padrón municipal de 2009, se llega a la conclusión de que 75 municipios de la comunidad se han quedado sin la mitad de sus vecinos en apenas 40 años. Hay algunos casos dramáticos, como los de A Capela (A Coruña), Navia de Suarna (Lugo) o A Veiga (Ourense), donde la población se ha reducido a una tercera parte.
"La despoblación en el interior de Galicia tiene una parte que es irreversible", comentaba recientemente Andrés Precedo Ledo, catedrático de Geográfia Humana de la Universidade de Santiago (USC). El éxodo rural se produjo más tarde que en otras partes de España y, unido al frenazo en la natalidad, ha configurado un nuevo reparto poblacional del que han salido beneficiadas las ciudades y sus áreas de influencia. La peor parte se la han llevado los concellos del rural, sobre todo las provincias de Lugo y Ourense.
A excepción de Ortigueira -que redujo su población a la mitad por la segregación del ayuntamiento de Cariño-, la mayoría de los municipios que han entrado en esa UVI demográfica están ubicados en las provincias del interior. Hay comarcas enteras, como las situadas en las zonas montañosas. Pero el interior de A Coruña y de Pontevedra tampoco se libra.
La caída de la población en las zonas rurales se inició a mediados de siglo, pero se acentuó durante los ochenta y los noventa. A estas alturas todavía no se le ha conseguido poner en freno. Los últimos datos del INE confirman que sólo tres de cada diez municipios gallegos ganaron habitantes el pasado año, la mayor parte de ellos en las zonas urbanas más dinámicas de Galicia. El 70% restante volvió a perder población.
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