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OBSERVATORIO SOBRE LA DESPOBLACIÓN

Los pueblos aragoneses siguen desapareciendo a pesar llegada inmigrantes

Leemos en el ABC una interesante noticia sobre los efectos de la despoblación en Aragón

Desde el año 2000 hasta el 2009, once localidades aragonesas, entre ellas Abenilla, Layés, San Victorián o Estál, todas en la provincia de Huesca, han perdido toda su población, según los datos facilitados por el Gobierno de Aragón. Otras, como Collado de la Grúa (Teruel), han pasado de tener nueve habitantes en el año 2000 a tan sólo uno en el 2009, al igual que La Rambla Martín o Marnillas (Zaragoza). Este descenso del número de habitantes empadronados se registra también en otras localidades, aunque en menor medida, como en Cuarte (Huesca), en la que la población ha disminuido un 10,7 por ciento, Valdelinares (Teruel), un 10,9 por ciento, La Puebla de Híjar (Teruel), un 12,6 por ciento, Fuendetodos (Zaragoza), un 15,1 por ciento, y Lechago (Teruel), un 20,8 por ciento. El 90 por ciento de los 731 municipios que hay en Aragón tienen menos de 5.000 habitantes, número que superan sólo siete ayuntamientos de la provincia de Huesca, tres de la de Teruel y once, incluida la capital aragonesa, en la de Zaragoza.

José Manuel Peneñas, de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), y vecino de la pequeña localidad de Alberuela del Tubo, ubicado en la comarca de Los Monegros, a unos 39 kilómetros de Huesca, ha explicado a Efe que en los últimos años han desaparecido servicios básicos, como la escuela, al no haber jóvenes que garanticen el relevo generacional en el campo. Su pueblo, de 139 habitantes empadronados, es un ejemplo de esta situación, reconoce, ya que "no tenemos una tienda de comestibles, porque la dueña del establecimiento se ha jubilado, al igual que el del taller mecánico". Esta pérdida de población en el medio rural ha obligado a las entidades locales a acogerse al régimen de Concejo Abierto, al no tener suficientes habitantes para formar un Ayuntamiento, lo que dificulta todavía más sus propia subsistencia.

En el año 1983, había en Aragón diez localidades que se regían por el régimen de Concejo Abierto, mientras que en las últimas elecciones autonómicas, en el 2007, esta cifra aumentó hasta alcanzar los 143, según datos del Gobierno de Aragón. La llegada de inmigrantes ha ralentizado la despoblación rural, entre otros factores, y en la provincia de Huesca los extranjeros han pasado de representar el 1 por ciento de la población total, en el 2000, al 10,8 por ciento en el 2008.

Este aumento de la población extranjera en los municipios también se registra en las provincias de Zaragoza y Teruel, en las que la población inmigrante representa ya en torno al 11 por ciento de media, aunque en muchas localidades superan este porcentaje. Hay localidades cuyo censo ha crecido en los últimos años, sobre todo con la llegada de inmigrantes desde el año 2000, como Épila (Zaragoza), un 17,2 por ciento, Calatayud (Zaragoza), 23,1 por ciento, Sabiñánigo (Huesca), un 22,2 por ciento, Zuera (Zaragoza), un 39 por ciento, Sallent de Gállego (Huesca), un 30 por ciento. Lorena Mustafá, técnico de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP), ha destacado a Efe que el objetivo ahora es mantener la población en el medio rural, después del éxodo de los últimos años, e incluso aumentarla en aquellas localidades cercanas a las capitales de provincia. Las familias aragonesas, reconoce no obstante, no apuestan por el medio rural por las escasas oportunidades de trabajo que hay, centradas especialmente en la agricultura y la ganadería, y la baja oferta social y cultural existentes. Para Lorena Mustafá, las consecuencias más graves de la despoblación rural serán la pérdida de tradiciones ancestrales y, sobre todo, una producción alimentaria artesanal y autóctona, que con una apuesta por su desarrollo podría crear un tejido industrial y las infraestructuras necesarias para atraer población.

El II Congreso Nacional de Desarrollo Rural, que se ha celebrado esta semana en Zaragoza bajo el lema "Innovar desde el territorio", ha supuesto una llamada de atención a la sociedad sobre las necesidades del medio rural y también sobre las oportunidades que ofrece para un desarrollo regional más sostenible y equilibrado. En su inauguración, la consejera de Ciencia del Gobierno aragonés, Pilar Ventura, dijo que una Comunidad como Aragón, tan amplia, dispersa, con zonas rurales frágiles y desestructuradas y con tantas diferencias de densidad de población, las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC) puede ayudar a vertebrar el territorio. EFE

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