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OBSERVATORIO SOBRE LA DESPOBLACIÓN

Celtiberia: la despoblación hecha historia

Celtiberia: la despoblación hecha historia
A continuación reproducimos un interesante reportaje publicado en el  Diario ABC  por Roberto Pérez 04/02/2008, y lo acompañamos de una foto de SEGEDA. 
La Celtiberia se extendió por un amplio territorio que abarca a una amplia franja de la Península, perpendicular entre la Meseta castellana y el Levante. Un territorio dominado por una cultura que perduró cinco siglos, hasta que Roma, en el II antes de Cristo, decidió imponer su poder a sangre y fuego. El drama de la resistencia de la ciudad celtíbera de Numancia (Soria) o el desafío con igual de triste final de Segeda (Zaragoza) quedaron para siempre en las narraciones históricas a raíz de aquellos hechos.
Pero lo que fue aquel próspero territorio conocido por Celtiberia y dominado por una larga lista de tribus ha acabado convertido en una de las áreas más despobladas de España y, por tanto, más necesitadas de revulsivos. Es lo que está sirviendo de argumento, desde hace años, a diversos proyectos que tratan de aprovechar el legado arqueológico y cultural de la Celtiberia para tirar del turismo en estas comarcas, dotarlas de un recurso económico más y ayudar a que se fije población. Como mínimo, que ya sería un logro, a que no siga perdiendo habitantes.
Ese es el espíritu del proyecto ADIR-Iberkeltia, que viene trabajando desde el año 2001 con el concurso de trece grupos de desarrollo rural de diversas provincias (gestores de fondos europeos), el respaldo de cuatro comunidades autónomas y el del Ministerio de Agricultura. El objetivo y argumento de ADIR-Iberkeltia es similar al que expone durante los últimos meses el arqueólogo turolense Francisco Burillo para defender otro proyecto similar, el que ha denominado Ruta Celtibérica, para el que está buscando apoyos en distintas instituciones y para el que, de momento, ha logrado el patrocinio del Ayuntamiento de Calatayud.
La vieja Celtiberia coincide, en la actualidad, con una de las áreas más despobladas de España. Ese histórico territorio se corresponde, en su mayor parte, con comarcas pertenecientes a Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, y La Rioja, abarcando a las provincias de Burgos, Cuenca, Guadalajara, Soria, Teruel y Zaragoza.
En total son casi 52.000 kilómetros cuadrados, que suponen el 12 por ciento del territorio nacional; pero sólo concentran el 1,24 por ciento de la población de toda España. En los 1.291 municipios que quedan dentro de lo que fue la Celtiberia viven, en total, 564.000 personas. La densidad de población es de sólo 9 habitantes por kilómetro cuadrado.
Pero si se excluyen los escasos núcleos urbanos que hay con más de 10.000 habitantes, caso de las capitales de provincia y de las ciudades de Calatayud y Tarazona, la densidad de población de todo este territorio cae por debajo de los 7 habitantes por kilómetro cuadrado.
El profesor Burillo, del campus turolense de la Universidad de Zaragoza, destaca que la antigua Celtiberia se ha convertido en uno de los territorios menos poblados de Europa, «comparable a las regiones árticas de Suecia y Finlandia».
Pero advierte que, por si estas cifras en sí mismas no fueran suficientemente preocupantes, hay que tener en cuenta que de esos 1.291 municipios que es incluyen en lo que fue el histórico territorio de la Celtiberia, el 40 por ciento tienen menos de cien habitantes. En ellos, la densidad media de población es de únicamente dos habitantes por kilómetro cuadrado. Son municipios en peligro real de desaparecer, espacios rurales «en regresión».

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