El alumbrado acapara el 60% del consumo energético municipal en los pueblos pequeños
Leemos en la edición digital de Heraldo de Aragón una noticia sorprendente.
El alumbrado público es la principal asignatura pendiente en materia de eficiencia energética de los pequeños ayuntamientos de la provincia, según se desprende de un estudio que acaba de realizar la Diputación Provincial con una muestra de once municipios. Según el informe, la factura de las farolas de las calles supone hasta el 60% de los costes energéticos de los consistorios. Además, el consumo per cápita se dispara, en buena medida por la despoblación de los cascos urbanos. Frente a una media de consumo de 45 kilovatios/hora por habitante en la Unión Europea en alumbrar los espacios públicos, la media española se eleva a 115 y la de alguno de los pueblos analizados alcanza 175, un 55% más que la media estatal y cuatro veces más que la europea.
El estudio de la DPT concluye que el consumo energético se podría reducir entre un 10% y un 20% con distintas medidas de ahorro y renovación de los equipamientos. El diputado delegado de Desarrollo Territorial, Julio Esteban, recordó que la factura de electricidad y combustibles es el principal gasto corriente que soportan los pequeños ayuntamientos. Además, señaló que el ahorro de energía contribuye a reducir las emisiones de CO2 y frenar el efecto invernadero.
La DPT, que ha remitido el trabajo con sus propuestas de ahorro a los 236 municipios turolenses, se muestra dispuesta a asesorar a los consistorios que decidan acometer mejoras, aunque no habilitará ayudas específicas para este fin. Las conclusiones del trabajo se han obtenido a partir de visitas sobre el terreno y tras recabar documentación en 11 municipios; Híjar, Cella, Mosqueruela, Escucha, San Martín del Río, Foz Calanda, San Agustín, Visiedo, Torralba de los Sisones, La Portellada y Cantavieja. A la hora de hacer la selección se han tenido en cuenta sus distintos tamaños -entre 3.000 y 100 habitantes-, que correspondan a áreas climáticas distintas y que abarquen todas las comarcas.
Entre las medidas propuestas para reducir la factura eléctrica del alumbrado, figura la sustitución de las lámparas de vapor de mercurio por otras de vapor de sodio de alta presión, controlar el horario de encendido y apagado, implantar un sistema de telegestión y, como criterio "fundamental", un adecuado mantenimiento y conservación de las instalaciones. La portavoz de la empresa autora del estudio -Geoforesta-, Cristina Forastieri, explicó que las luces a base de leds son una buena solución para rebajar el consumo eléctrico, aunque reconoció que su coste puede ser prohibitivo para pequeños municipios. A su juicio, el alumbrado ornamental también debería reducir su intensidad y su horario de funcionamiento, aunque sin apagarlo totalmente.
Cristina Forastieri hizo hincapié en la necesidad de mejorar las condiciones de aislamiento de los edificios municipales para mejorar la eficiencia energética de la calefacción y el aire acondicionado, con un recorte de la factura eléctrica del 28%. En estos casos, la concesión de la explotación energética durante un plazo de tiempo que oscila entre 5 y 15 años a empresas especializadas puede reducir el consumo sin costes añadidos para los ayuntamientos.
El estudio señala también que la iluminación interior de edificios municipales puede ahorrar más del 50% del consumo con la sustitución de lámparas incandescentes por otras de bajo consumo o la instalación de interruptores temporales y detectores de paso.
El caudal del agua caliente se puede rebajar un 40% con grifos de pulsador o perlizadores (que mezclan el agua con aire). Respecto a los equipos informáticos, aboga por sustituir las pantallas de ordenador tradicionales por LCD y primar el uso de portátiles. Cambiar los ascensores eléctricos de tracción o hidráulicos por los de tracción vertical ahorra entre un 25% y un 60% en electricidad. En cuanto a los equipos de bombeo de agua, el ahorro puede llegar al 40%.
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